Expertos en temas sobre la conectividad y psicología social señalan que puede llegar a ser preocupante los comportamientos poco civiles y manipuladores que se dan a diario en Internet, pero todo parece apuntar a que persistirán y pueden empeorar. Es posible que de alguna manera para fragmentar estos espacios y generar algún tipo de regulación se haga uso de la Inteligencia Artificial y así separar los espacios seguros de aquellos que pueden ser destructivos dentro del cibermundo.
Internet apoya un ecosistema global de interacción social, de hecho la vida moderna está construida en torno a la red, el día a día se va en las actualizaciones de estado, buscar RSS, cadenas de comentarios en las redes sociales, defensa política en Twitter, revisiones omnipresentes de correo electrónico y archivos en la nube… Pero lo cierto es que sus creadores o idealistas como Tim Berners-Lee de la World Wide Web o John Perry Barlow con su "Declaración de Independencia del Ciberespacio" jamás imaginaron el alcance de todo esto.
Es necesario encontrar un equilibrio real entre la protección del anonimato, la salud mental que puede ser alterada por la conectividad extrema y hasta un mejor sistema de protección frente al comportamiento abusivo que se ha tornado en estos espacios en línea.
Pero la verdad es que no todo es responsabilidad de quienes navegan, una gran carga está en manos de los llamados trolls y los bots que se ocupan de producir a cada momento noticias falsas o información engañosa que genera mayor hostilidad, al menos es lo que refleja el reciente informe producido por la organización Pew Research Center, orientada al estudio de las ciencias sociales y el comportamiento de las tendencias culturales.
Según esta evaluación, en los últimos años destacados analistas de Internet y el público en general han expresado preocupaciones cada vez mayores de que el contenido, el tono y la intención de las interacciones en línea han sufrido una evolución que amenaza el propio futuro del Internet y el de las personas.
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