Mucho será lo que tengamos que escribir aún sobre la IFA; una feria, la mayor de electrónica de consumo en Europa, que no deja especial huella en su edición 2016; salvo por algunos detalles como los electrodomésticos de doble uso de LG, el Yoga Book de Lenovo, la presentación del Galaxy S3 y desde luego, el stand de Sony, donde se han recogido las novedades más llamativas de esta convocatoria
En los foros tecnológicos, la discusión es cuál de los sistemas que proponen los grandes fabricantes de televisión (LG, Samsung, Sony o Philips) es el mejor; pero en los pasillos, nadie deja de comentar la noticia del año: la decisión de Samsung de retrasar la distribución del Note 7, al haber estallado 35 unidades (reconocidas) ya vendidas, por un problema en la batería aún sin determinar.
La noticia del año: la decisión de Samsung de retrasar la distribución del Note 7 por exposión
Sobre qué ha sido lo ocurrido y cuál el alcance real del defecto tendremos noticias a lo largo de las próximas semanas. Oficialmente, hasta el momento han sido 35 unidades, ninguna en Europa y la compañía va a cambiar los móviles ya vendidos a cualquier persona que haya adquirido uno y quiera cambiarlo. Un punto a su favor es que han reaccionado bien y han dado explicaciones rápidamente.
A medio largo plazo
Sobre los efectos que pueda tener el problema a medio largo plazo, hay hechos que resultan evidentes, como el impacto en la cuenta de resultados 2016; pero hay otros imprevisibles como puedan ser la merma de confianza del usuario en la marca, la utilización del hecho por parte de sus principales oponentes, -Apple o Huawei- o, sencillamente, la pérdida de un barco que de no llegar a tiempo a puerto puede dar al traste con la división, como ya ocurriera a Nokia, Siemens, HTC o incluso a Sony con el terremoto de Japón.
Otra cosa que puede ocurrir es que, plenipotente, en términos económicos, Samsung redoble los esfuerzos en publicidad en los medios y en la distribución y espere con paciencia a que un hecho de gravedad extrema, se olvide paulatinamente hasta que el comprador le devuelva su confianza (creo que esto es lo que va a ocurrir).
No obstante, hay muchos temas que quedan en el aire y deberían cuestionarse energicamnete, como los controles de calidad internos y externos, los test de certificación (de la Unión Europea, por ejemplo), las acciones de las asociaciones de consumidores y usuarios, la cadena de responsabilidad corporativa, las pruebas y decisiones de los operadores, el porqué del aumento excesivo de la temperatura en la sucesión de los Galaxy (S5 y S6) etc.
Claro que supongo que para eso, estamos los periodistas…
Si (
No(
