Según el estudio de la Universidad de Cornell, cuando un participante en el programa ’99 días de libertad’ dejaba de usar Facebook y volvía al poco tiempo, era porque se trata de “una adicción moderada y aceptada por la comunidad”. Los resultados de esta campaña nos han dejado ver cómo afecta el uso de Facebook a la felicidad de los usuarios y la mayoría de los participantes en el programa no han conseguido no usar esta red social antes de la fecha marcada.
Facebook se convierte en algo habitual y adictivo
Necesidad de estar informado
Pero, ¿por qué? El estudio determina las razones por las que estos usuarios no han podido aguantar sin conectarse a Facebook. Los usuarios ven la red social como algo habitual y adictivo. Además, esta plataforma está socialmente aceptada por la comunidad y mucha gente tiene su propio perfil. Por estos motivos, los usuarios sienten la necesidad de estar al día de forma continua de lo que ocurre en su red social, es decir, de lo que le ocurre a la gente que está dentro de su red de contactos.
Poca conciencia de seguridad
Por otro lado, el estudio ha sacado conclusiones respecto al colectivo que no tiene conciencia sobre la seguridad de su información personal. Debemos considerar peligroso que haya usuarios a los que no les importe el grado de información personal que se haga público en redes sociales y, precisamente, este tipo de usuarios suele volver a usar su perfil antes de los 99 días del programa.
Los usuarios sienten la necesidad de estar al día de lo que ocurre en Facebook
La influencia del estado de ánimo
En cuanto a los factores que fomentan la ‘recaída’, el estado de ánimo es muy influyente. Los momentos en los que el usuario se encuentra emocionalmente inestable, decaído o con depresión, facilitan que vuelva a conectarse a Facebook antes del plazo previsto. Además, si un usuario busca constantemente la aprobación de los demás o necesita sentirse arropado por la gente, este perfil tendrá más posibilidades de volver. Por el contrario, otros estudios han revelado que la gente que vive más alejada de las redes sociales es más feliz.
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