El 21% de las empresas llamadas Unicornio deben su idea a un diseñador estratégico. Grandes consultoras históricas se adaptan a esta disciplina de estrategia de negocio total y han adquirido más de cuarenta empresas especializadas en el último año
Los grandes sectores empresariales, como banca, aseguradoras o distribución apuestan por el ‘design thinking’ o diseño estratégico para adaptar sus estructuras, sus productos y procesos, a una sociedad hiperconectada en la que el análisis estadístico da paso al acercamiento humano.
El diseño estratégico utiliza técnicas y procesos para hacer suposiciones, identificar los problemas y dotar de posibles soluciones. Un método deductivo que, a través de la colaboración de distintas disciplinas y de la observación del contexto y personas implicadas, plantea hipótesis para definir los problemas, y se crean y testean prototipos en busca de resultados creativos.
El concepto es más de actitud que de metodología; es la capacidad de poner en marcha diferentes mecanismos y de valorar el talento de las personas que generen activos en las compañías.
En los países anglosajones en área de diseño estratégico está implantado de forma generalizada en las grandes empresas. En una época de transformación digital y tecnológica las técnicas de ‘design thinking’ ayudan a las empresas a simplificar y humanizar. A focalizar en la experiencia y las personas. Se trata de aunar talento, inversión, innovación y estrategia bajo el paraguas de los primeros ejecutivos.
En este último año, consultoras como Accenture, Deloitte e IBM han adquirido más de cuarenta empresas especializadas en Diseño Estratégico, conscientes de que existe una tendencia clara y complementaria que aporta esta disciplina. No en vano el 21% de los llamados Unicornios (startup con valor superior a mil millones de dólares), han sido cofundados por socios que tienen su origen y formación en la disciplina de diseño estratégico.
Diseño estratégico en España
La implantación de avances sobre este enfoque de gestión empresarial está acelerando igualmente en España en los últimos años, debido especialmente a la necesidad de las compañías de adaptarse a los cambios tecnológicos, sociales y relacionales que lleva consigo la transformación digital.
Según datos de la consultora Soulsight, banca y seguros, dos de los sectores tradicionales en los que la tecnología ha dado un vuelco a la relación con el cliente, son las empresas que más están apostando por el diseño estratégico para optimizar sus procesos, idear nuevos productos y servicios, redefinir el modelo de negocio y, en definitiva, afrontar cambios de cultura de empresa.
No es baladí que en 2016 la experiencia de cliente es la base principal de competencia y que hace cuatro años sólo significaba un 30% (datos:Gartner).
“Con este crecimiento exponencial es perentoria la ‘necesidad’ de aproximarse al diseño estratégico, de una manera relevante, que trasciende a la estética y da auténtico valor económico bajo el binomio producto-persona -afirman los portavoces de la consultora española-.
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