Los datos del Informe 2018 DNS Threat muestran que el 73% de las instituciones españolas tardan casi tres días en aplicar un parche una vez notificada la amenaza; lo que acaba en una consecuencia lógica: las universidades continúan como uno de los targets más atractivos para los hackers.
Un desafío que necesita de estrategia sólida
"Los campus tienen la capacidad de dar servicio desde portátiles hasta smartphones lo que supone un desafío a la red universitaria por garantizar un acceso seguro", señala Ronan David, Senior VP Strategy de EfficientIP.
En caso de ataque, tantos dispositivos dificultan una respuesta instantánea y que se apliquen las contramedidas correctas.
De hecho, la compañía incide en las consecuencias de dar entrada a dispositivos IoT no protegidos en la red del campus, ya que pueden provocan secuestros informáticos para lanzar ataques DDoS y esto obligar a las universidades a inducir caídas controladas del servicio para proteger la red de posibles intrusos.
"La seguridad del DNS debe considerarse un componente clave de la estrategia general de seguridad de la red en el campus"
Por este motivo, Ronan David asegura que estas "deben ser capaces de reconocer y precisar la amenaza y vincular los controles de acceso a un sistema centralizado de administración". Es fundamental, por tanto, que revisen cómo identificar, analizar y bloquear las amenazas basadas en DNS; o de lo contrario, "seguirán siendo vulnerables y un objetivo potencial".
El vicepresidente de estrategia declara que "la seguridad del DNS debe considerarse un componente clave de la estrategia general de seguridad de la red en el campus", y que las universidades "necesitan una visión completa y un plan de contingencia claro para evitar una interrupción de la red o ataque cibernético".
Así pues, concluye que "las instituciones deben considerar una rápida mitigación de riesgos con las herramientas de red adecuadas para prevenir y detectar los ataques de DNS".
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