Candy Crush Saga se juega unas 600 millones de veces al día, llevando a sus creadores millones de dólares. La clave parece estar en la sencillez del juego, diseñada para seguir jugando ininterrumpidamente. En primer lugar, no se puede perder en el juego, y al contrario que en otros juegos en los que al perder se tiene que reiniciar el nivel, en Candy crush se queda en un nivel hasta que se gana.
Estos son algunos de los motivos, pero si lo miramos con un ojo más crítico descubriremos que:
El juego es sencillo, no se requieren conocimientos ni curva de aprendizaje. Se puede jugar tanto un minuto como una hora, y la idea básica es unir tres caramelos.
Candy Crush te persigue: Como buen multiplataforma, permite ser jugado en cualquier dispositivo: tableta, móvil u ordenador, y compartiendo cuenta, así que se puede jugar en la misma cuenta sin necesidad de tener cada dispositivo en un nivel diferente.
Las recompensas aleatorias mantienen al jugador motivado, y los diferentes modos de juego evitan que se aburra. Por ejemplo, hay rondas en las que se tiene que conseguir una cierta puntuación en un número limitado de movimientos.
El juego comienza siendo muy sencillo, para dar al jugador una falsa sensación de maestría.
No se tiene que volver a empezar desde el nivel uno: Si algo aprendieron los desarrolladores de Mario Bros para Super Nintendo fue que a los jugadores no les gustaba tener que empezar desde cero cuando el contador de vidas llegaba a cero.
Si se da con un nivel difícil de superar, se puede utilizar "el martillo", una trampa legal que nos permitirá quitarle algo de dificultad al nivel y que se puede adquirir tanto jugando como pagando.
El sistema de recuperar vidas: Aunque el jugador empieza con 5 vidas, en caso de perderlas todas, recuperará una a los 30 minutos, o cuando un amigo de Facebook se la done. Este es uno de las claves del juego, hacer que el jugador tenga que esperar para volver a jugar.
Si (
No(
