Ignacio Pérez Dolset, consejero de Zed. La universidad en España es ineficaz y el concepto de competencia erróneo

Ignacio Pérez Dolset: “Nosotros arrancamos con la idea de la U-tad hace 18 años, cuando necesitamos gente cualificada para nuestros proyectos tecnológicos y detectamos una carencia clara. Empresa y universidad se necesitan mutuamente. Los estudiantes deben ser mano de obra cualificada en las compañías tecnológicas”.

Co-fundador, consejero y director de innovación de Zed, Ignacio Pérez Dolset arrancó, junto a su hermano Javier, Pyro Estudios y lo que fue La Netro, empresas con las que han vendido más de un millón y medio de copias de sus juegos para móvil y ordenador. En 2002 abrieron Ilion Animation y entraron en la historia de la animación de nuestro país con su película 'Planet 51' coproducida por Hand Made films y distribuida en EE.UU. por Sony Pictures. Hoy suma a sus actividades la enseñanza.

Telefonía y Comunicaciones - ¿Y cómo se materializó una idea tan ambiciosa?

Ignacio Pérez Dolset – Pues primero colaboramos con un montón de universidades españolas intentando que arrancaran proyectos y lideraran iniciativas ambiciosas, pero siempre llegamos a una vía muerta. Por el camino también aprendimos un principio que en nuestro país cuesta comprender: la empresa que está en frente no es tu enemigo, es tu aliado. Es una persona o entidad que ayuda a atraer capital, a convencer al director del banco de que se puede ganar dinero, a generar casos de éxito, a que la gente adquiera una experiencia...

Cualquier hito, a lo largo de la historia de la humanidad se ha alcanzado en competencia positiva; aprovechando lo que habían hecho quienes lo habían intentado antes; pensemos en el descubrimiento de América, la expedición al Polo Norte o la cumbre del Everest.

Es fácil darse cuenta de cómo los países de éxito tienen industrias muy grandes que forman un ecosistema tan potente como necesario. Tenemos el ejemplo de Estados Unidos con Google, Yahoo, Facebook, Twitter, Microsoft, Amazon, eBay... y eso en España ni lo imaginamos.

Hemos visto múltiples iniciativas de poner una piedra y decidir que en aquel lugar se va a desarrollar un campus tecnológico. Pero si no hay previamente una empresa catalizadora, una razón de peso, un atractivo o financiación jamás se llega a desarrollar y mucho menos a consolidar. Ya se sabe que sin semillas no hay que molestarse en regar el campo. Por tanto hay que ir al origen del problema y el origen es la formación de la gente.

Todo esto nos llevó a plantearnos abrir una universidad no para nosotros, sino para la industria. Y esta universidad, la U-Tad, debe aportar trabajadores y líderes a nuestra empresa y a todo el sector.

Los cuatro pilares

TyC – Plantea usted un panorama muy poco halagüeño; ¿qué medidas correctivas considera que se pueden aplicar?

IPD – Muchísimas; pero para eso hay que planificar una transformación profunda. Una transformación que se debe basar en cuatro pilares que en cualquier universidad del mundo de renombre son básicos:

• Profesorado cuidadosamente seleccionado: es muy importante que quien enseña sepa y sea un profesional en activo.

• Contenido actualizado: pensando en materias capaces de enseñarle a los alumnos lo último y eso último materializado en una aplicación práctica. Los temarios deben actualizarse anualmente, no por décadas. No podemos esperar que los alumnos vayan a la universidad a escuchar a alguien que no sabe hablar sobre algo que no le interesa.

Hay materias básicas y necesarias; pero otras están pensadas en los años 70 u 80 cuando no era tan importante el contenido como el continente, ya que empezaba a haber electrónica, teléfonos móviles, etc.; pero esa situación se ha invertido, los contenidos son objeto prioritario en el siglo XXI y todo el mundo de los servicios está por crecer.

• Medios técnicos al alcance de los estudiantes: algo que parece básico pero que en la universidad española, actualmente, dista mucho de ser realidad; porque se utilizan equipos anticuados, seriamente anticuados. En cualquier carrera relacionada con las TIC bastaría con seguir el ejemplo de la medicina; donde tal vez los medios no son los ideales pero están muy cerca de la realidad. Nuestro sector va tan rápido o más de lo que va la investigación médica.

En un mundo cada vez más competitivo y global, donde la gente no espera a salir de la universidad para poner en práctica sus ideas -valga como ejemplo Mike Zuckeberg, el inventor y CEO de Facebook- no se puede esperar a finalizar unos estudios obsoletos, hacer un máster y luego empezar a trabajar para ser productivo; ese modelo caducó hace tiempo. Estamos compitiendo con empresas que están ahí fuera y con gente que ya sale preparada de la universidad.

• Por último, pero no menos importante, está la conexión con la empresa y el emprendimiento: la generación de valor. Algo que tiene todo el sentido y que ni en España ni en Europa somo capaces de hacer.

TyC – Ahora que el Gobierno intenta impulsar ese emprendimiento del que usted habla y animar a los jóvenes, hay un sector muy crítico a este respecto que considera que hay mucha palabrería pero poca eficacia. Ustedes con La Netro, con ZED, son un ejemplo de empresa familiar en la que luego todos se apoyan para utilizarlos como ejemplo...

IPD – Efectivamente. Nosotros nos hemos pasado muchos años con muy poca o ninguna ayuda. Luego nos llegó un poquito a través del CEDETI, de la Cámara de Comercio... hay cositas, pero poco.

A mi que se reparta dinero me parece bien por una razón, porque se hace un fondo común y la gente quiere recuperar su parte. Pero a lo mejor, en vez de repartir dinero habría que crear un sistema más barato, ágil, con menos impuestos o cotizaciones reducidas. Es decir, en vez de primero le cobro y luego le doy una subvención, mejor “yo no le voy a dar nada pero le voy a facilitar el camino”. Algo que tiene más sentido pero que, en cualquier caso, pertenece al terreno político.

Pero donde sí entro es en el tema del emprendimiento. Un tema que no es político sino de educación. Hemos convertido un adjetivo en sustantivo. Emprendedor es una coletilla. En cualquier parte la gente es algo y luego emprende; es un atributo más que hoy se ha llevado al centro. Emprendedor es un médico con iniciativa, un ingeniero con iniciativa.

Nueva York es un ejemplo claro; de la nada se ha convertido en el segundo Estado por número de empresas; han creado 3.500 empresas y en la universidad es donde aprendieron a ser emprendedores.

Universidad y FP de segundo grado

TyC – Pero ustedes, en la U-TAD han optado por una educación universitaria más o menos tradicional, a la que se accede con selectividad y en la que se tienen en cuenta las notas y los valores clásicos para entrar. No han pensado en chicos que buscan otras opciones o tienen otras inquietudes más allá de la filosofía o la física. Muchos pensamos que ustedes iban a abrir el paraguas para ellos...

IPD – Y efectivamente lo hemos abierto. Tan es así, que este año hemos inaugurado un centro de formación profesional de segundo grado y que tenemos muchos programas, no oficiales, de un año y continuaremos desplegando un proyecto educativo en el que hemos invertido horas, corazón y dinero.

Este es nuestro segundo año lectivo como universidad y ya tenemos más de 400 alumnos. Yo creo que vamos a conseguir muchas cosas porque el modelo está arraigando.

En España hemos destrozado las carreras o los estudios más creativos, más tecnológicos de toda esta industria. Internet es algo del colegio, el instituto o una academia, los juegos parecen un entretenimiento y hemos denostado la imagen de este sector. Parece que si trabajas en Internet eres un 'tirado', que haces algo que no tiene dificultad.

En España, hasta ahora, estudiar informática es diseñar equipos, hacer placas pero nunca programar, desarrollar, crear servicios o aplicaciones. La primera dificultad reside en el propio Ministerio, donde no entienden que la animación es una carrera superior existente en otros países; consideran que nuestra educación tiene otro modelo.

Claro que vivimos en un país en el que conseguimos cargarnos un sector en el que fuimos pioneros con Claudio Bien y BRB quienes hicieron productos que se exportaron al mundo entero como D´Artacan y los tres Mosqueperros, la Vuelta al Mundo de Willy Fog, etc. Ellos fueron ejemplo y orgullo pero no se les dio el valor que merecían.

Esto es tan serio como cualquier ingeniería y sencillamente hay que entender que de carreras como industriales o informática ha surgido otra que es la que se encarga de los contenidos. Es fundamental que llegue el mensaje de que esto es digno de ser universitario y que luego, como en toda profesión habrá niveles. Diferentes niveles de gente que dentro de esa cadena de valor ocupe distintos puestos de trabajo. Universitaria o no la gente que saque esta industria adelante tiene que tener una formación profunda o un talento inmenso.

Internet no es hacer una página web, es un mundo complejo en el que debes poder enfrentarte a la  posibilidad de ser responsable de plataformas como Amazon: multidisciplinaria, multilenguaje, multiformato, etc.

La convergencia ahora está en el contenido

TyC – Ustedes se dieron a conocer con la comercialización de juegos móviles. Es usted miembro de la patronal del sector, AMETIC, donde tiene voz y voto. ¿Qué le sugiere el término movilidad? ¿Cuál es su análisis, su visión de la situación actual?

IPD – Nosotros empezamos en el mundo del videojuego que es realmente lo que ha impulsado el mundo de la información y el contenido. Pero la movilidad es una realidad. Una realidad tan instalada en la sociedad que llegará un momento en esté asociada absolutamente a todo. Es la clave del desarrollo, al menos en este momento y acompaña al término multidispositivo.

Antes se vinculaba a la palabra convergencia, pero hoy podemos constatar un cambio sustancial porque la convergencia se va a centrar no en el hardware sino en el contenido: el mismo contenido para todo tipo de dispositivos. Y éstos serán muchos y con diferentes sentidos y servicios.

No obstante, las cosas van tan rápido que en poco tiempo pueden cambiar radicalmente o aparecer otros aspectos que nos van a híper revolucionar... la impresión 3D ya está aquí.

TyC – Bien, ¿Y si hablamos de objetivos?

IPD – Pues nuestro principal objetivo es no pervertir el modelo en aras de las cifras. Lo primero fue que nos aprobaran unas carreras con la estructura que queríamos y el contenido que queríamos. Lo cual, nos ha costado muchísimo.

Ahora estamos en la fase de realización de proyectos, con un comité de expertos que nos va a ayudar. No queremos crecer sin sentido. Vamos al ritmo necesario para construir algo sólido y nuestro próximo paso es el centro de trabajo. Un centro de trabajo con proyectos extranjeros que se van a desarrollar por encargo; otras ideas van a correr a cargo de los alumnos y también habrá empresas que se van a instalar en el campus de la U-TAD para integrar a los alumnos; de forma que el centro aporta 'mano de obra' que, a su vez, tiene la oportunidad de practicar en entornos reales. Así mismo, vamos ejercer de aceleradora para las startups que monten los alumnos, etc.

Las empresas y la universidad se necesitan mutuamente.