Una solución si…
El nuevo iOS es una solución si se desea pedir a Siri que envíe un WhatsApp o realice una llamada a cualquiera de los contactos de agenda. Además, la actualización incluye nuevas funciones en iMessage como animaciones de fondo, mensajes ‘invisibles’ o stickers especiales en forma de, como ejemplo, corazón o beso, que se formarán mediante digital touch, es decir, en dependencia del número de dedos o la presión que se ejerza sobre la pantalla.
Asimismo, iOS 10 es capaz de reconocer palabras y reemplazarlas por emojis. Para ello, basta con seleccionar una palabra determinada y se sugerirá un emoticono para sustituir el texto escrito en el mensaje.
En cuanto a fotos, el nuevo sistema también trae consigo algunas ventajas como la organización de imágenes en carpetas como recuerdos importantes, lugares, o personas mediante el reconocimiento de sus rostros.
Un problema si…
Uno de los cambios más polémicos de la actualización ha sido su decisión de abandonar una de las ideas insignia de iOS. Los usuarios de iPhone y iPad aún recuerdan con añoranza el deslizamiento de sus dedos sobre la pantalla para desbloquear sus dispositivos. Con iOS 10, el mítico ‘Deslizar para desbloquear’, que acompaña a los de Cupertino desde sus inicios, ha sido reemplazado por la presión en el botón Home.
El intrusismo de las notificaciones en la pantalla es otro problema real de lo nuevo de este sistema operativo. Su tamaño y su orden es un tanto incómodo para aquellos que están acostumbrados al anterior sistema. Además, el agrupamiento de notificaciones por aplicación o cualquier otro criterio se hace imposible con el nuevo iOS, causando un colapso total del centro de notificaciones.
Entender que la estética no lo es todo es la asignatura pendiente de Apple. Comprender que un corazón o un beso que despiden funciones tan arraigadas como el deslizamiento de desbloqueo no es una actualización, es la asignatura pendiente de iOS 10.
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