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domingo 20 de enero de 2019, 19:00h

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Los drones se han convertido en uno de los regalos estrella en navidades, cumpleaños y fechas especiales. Y es que, aunque parte del público piense en ellos como aparatos profesionales, su uso recreativo es cada vez más habitual en España.

“Los drones son muy útiles y ofrecen multitud de opciones, incluso para uso personal. El problema surge cuando quienes los vuelan no han recibido ningún tipo de formación, los utilizan en zonas prohibidas o no toman medidas de seguridad”, explica Daniel Bayón, CEO de Juguetrónica, compañía especializada en regalos tecnológicos enfocados al entretenimiento para niños y adultos que, durante la pasada campaña de Navidad, agotó el stock de varios de sus modelos de drones recreativos.

La legislación de los drones en España

Para evitar ese tipo de problemas, en 2017 entró en vigor la legislación que regula el uso recreativo de drones. Así, la normativa contempla que no es necesario ser piloto certificado si el uso del aparato no es profesional, aunque tanto drone como emisora tienen que estar identificados con los datos y número de teléfono del propietario. Otra de las medidas de seguridad es volar el drone siempre dentro del alcance visual. Por ello, en vuelos FPV -First Person View- debe haber un “observador” que dé indicaciones al piloto.

Las distancias pueden variar dependiendo de si el espacio es urbano o no, situándose entre los 50 y los 120 metros de altura. Las restricciones aumentan cuando se trata de aeropuertos o aeródromos, no pudiendo volar drones a una distancia mínima de 8 kilómetros de este tipo de instalaciones.

Una de las medidas de seguridad es volar el drone siempre dentro del alcance visual

Respecto a la ley de protección de datos, en caso de drones con cámara, y salvo algunas excepciones, hay que contar con el permiso de las personas que aparezcan en las imágenes para subirlas a internet o a redes sociales. En cuanto a posibles accidentes, cualquier daño producido es responsabilidad del piloto. Además, si tu hijo o algún menor a tu cargo utilizan drones, también debes saber que han de estar acompañados en todo momento por un adulto.

Para principiantes, desde Juguetrónica aconsejan iniciarse con drones recreativos de menor tamaño, que son perfectos para aprender a volar. Con precios que oscilan entre los 40 y los 70 euros, la firma recomienda Smartdrone BT, un dispositivo de bolsillo que se maneja con el smartphone; Mini Skywalker Evolution, una esfera voladora a prueba de impactos; o el Brickdrone, con cámara incorporada y que te permite construir varios modelos distintos pieza a pieza. Y, aún dentro de la gama de drones recreativos, las mejores opciones para volar tanto en interior como en exterior y grabar vídeo son el VR Drone Autoflight y VR Nanodrone Autoflight, que incluyen gafas FPV para convertir el smartphone en un dispositivo de realidad aumentada.

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