La CNMC detalla en un comunicado que el cierre se podrá hacer efectivo en 2023, siempre y cuando se haya completado la migración de los servicios de fibra óptica prestados en esa central a otra.
Según explica el regulador, el despliegue de la red FTTH trae consigo abandonar progresivamente la tradicional red de cobre y cerrar algunas de estas centrales porque dejan de ser necesarias ya que se puede dar servicio desde un menor número de centrales.
Para Telefónica, esta luz verde es una buena noticia ya que no tiene interés en mantener abierta una central de cobre si los usuarios del área atendida por ella son servidos con tecnologías alternativas como la FTTH, permitiendo así reducir costes. Sin embargo, como Telefónica tiene la obligación de acceso a su red, el cierre de esta central tendrá un impacto sobre otros operadores, por lo que se regula un proceso en los análisis de mercados de banda ancha.
El servicio FTTH de Telefónica se dará desde la central Barcelona/Gracia
En general, Telefónica ya no necesita la aprobación por parte de la CNMC para el cierre de cada central pues ya se ha marcado una regulación, pero en el caso de Barcelona/Cataluña sí era necesaria la autorización expresa de la CNMC, ya que Telefónica planteó no sólo el cierre de los servicios de cobre sino el cierre completo de la central, que aloja también servicios de fibra óptica.
De este modo, los servicios FTTH de la red de Telefónica tendrá que migrar a otra central, concretamente Barcelona/Gracia.
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