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lunes 20 de mayo de 2019, 13:06h

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Según Dimension Data, que ha presentado la Guía ejecutiva del informe de Inteligencia sobre Amenazas Globales de 2019 de NTT Security, da a conocer la madurez de la ciberseguridad de las organizaciones en varios sectores.

La puntuación de madurez en materia de ciberseguridad media se sitúa a nivel global en un 1,45 de 5. Este resultado surge en un momento en el que las vulnerabilidades de seguridad se han disparado hasta alcanzar un máximo histórico, hasta el 12,5% desde 2017.

No obstante, el sector financiero obtiene un 1,71 y le sigue el tecnológico con un 1,66 respecto a la madurez en seguridad. Estas dos industrias representan cada una de elleas el 17% de todos los ataques registrados en 2018.

La puntuación de madurez en materia de ciberseguridad media se sitúa a nivel global en un 1,45 de 5.

De acuerdo a Mark Thomas, vicepresidente de Ciberseguridad de Dimension Data, expresa que “no cabe la menor duda de que queda trabajo por hacer en todos los sectores para establecer unas posturas más sólidas respecto a la seguridad. Sin embargo, resulta alentador ver cómo tantos líderes de nivel directivo reconocen la importancia de llevar a cabo inversiones más estratégicas para mejorar sus defensas de ciberseguridad”.

“Se han producido algunos desarrollos emocionantes en el espacio de la inteligencia predictiva contra amenazas, incluidos nuevos niveles de colaboración y participación en la cadena de valor de la ciberseguridad. Y, además, las industrias más atacadas son las que es más probable que busquen asistencia para elaborar estrategias y desarrollar sus programas de seguridad. Esto es una buena señal para las empresas que buscan alcanzar su estado deseado de cibermadurez”.

Tipos de ataques

Los ataques web son la amenaza más predominante con una frecuencia que se ha duplicado desde 2017, y que representa el 32% de todos los ataques detectados el año pasado. El reconocimiento con un 16% le sigue; los ataques específicos del servicio obtienen un 13%; y por último, los ataques de fuerza bruta, un 12%.

El 35% de los ataques globales procede de direcciones IP de Estados Unidos y China, seguidos de la región de Europa, Oriente Medio y África (EMEA) y Asia-Pacífico (APAC). Por otra parte, el minado de criptomonedas origina más detecciones que cualquier otra combinación de software malintencionado, y que ataca con más crudeza a los sectores tecnológico y educativo.

Por último, el robo de credenciales está en alza y los atacantes fijan sus objetivos en las credenciales en la nube. Así, resultan afectados las empresas tecnológicas con un 36%, las compañías de telecomunicaciones con un 18%, y los servicios empresariales y profesionales con un 14%.

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