Todo este movimiento parece haber surgido tras varias alertas en los medios de comunicación sobre el funcionamiento de la compañía a la hora de gestionar todos los productos que no podían vender o estaban dañados de algún modo. La compañía simplemente se deshacía de dichos productos, destruyendolos o desechándolos, siendo más de 3 millones de productos los que descartaban anualmente a nivel global.
Esto ha causado impacto mediático, y Amazon ha decidido llevar la iniciativa a cabo. Empezará poniéndola en marcha en EEUU y Reino Unido donde trabajará con Good360 en EEUU y con Newlife, Salvation y Barnardo’s en el Reino Unido.
Según contaron los vendedores a la prensa, a partir de ahora optarán por la opción de donar sus productos sobrantes ya que el precio que cobra Amazon por destruirlos supera el de hacer una donación, además de que será la opción predeterminada para todos los vendedores y para cambiarla tendrán que hacer una petición a la compañía.
Amazon por su parte, añade, que su objetivo es reducir a 0 el número de productos útiles que se desechan.
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