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Por David Fdez Crespo
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davidfdezcrespogmailcom/15/15/21
lunes 16 de marzo de 2020, 21:07h

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Un grupo de declaraciones de expertos de AIS Group pretende responder a una de las cuestiones que atañen el futuro de la tecnología y la Inteligencia Artificial, ¿por qué es necesaria la supervisión humana? A pesar de la posible autosuficiencia de estos avances, todos los expertos aconsejan que la IA no se autorregule, lo que plantea una incógnita para una buena parte de la población.

Siempre que se habla de Inteligencia Artificial, la conversación viene acompañada de la siempre presente idea de la supervisión humana, y no son pocas las personas que se preguntan por qué la IA necesita regulación exterior.

La primera razón es que la IA carecen de lo que los expertos llaman metaconocimiento, es decir, sentido común. Esta tecnología es capaz de resolver problemas muy delimitados, pero, hoy, no son capaces de manejar la generalización, es decir, no saben aplicar reglas de un entorno a otro.

El ser humano, por su parte, puede generalizar e improvisar, la IA todavía no. Todos los sistemas aprenden de la historia, y los hechos imprevistos no tienen cabida, de ahí la importancia de integrarlos con el conocimiento del experto. Un supervisor humano es capaz de razonar ante imprevistos, y puede aplicar un razonamiento lateral que solucione situaciones desconocidas o aquellas encuadradas en un contexto diferente al habitual.

A colación de esta cuestión, Ramon Trias, presidente de AIS Group ha declarado que “Hay que llegar al punto donde la necesidad lleve al medio, no que sea el medio el que marque, que es el enfoque que estamos viendo en muchas compañías. Para cada reto, para cada problemática, hay que analizar qué técnica es la más adecuada para obtener una respuesta óptima”.

La sobrevaloración de la IA

Cuando se expresa que la Inteligencia Artificial está sobrevalorada no solo significa que una buena parte de la población que no sabe cómo funciona le atribuye funciones que no tiene, sino que los propios empresarios piensan en ella como la salvadora de la economía, y están dispuestos a vender cualquier proyecto con ese título como pieza central de marketing.

Un claro de ello es que en el informe ‘El Estado de la IA: Divergencia 2019’ se concluye que sólo en el 60% de los startups había pruebas que indicaran la existencia de la tecnología de inteligencia artificial, lo que significa que el resto de los casos no eran empresas IA, ya que no se encontró ninguna prueba ni etiqueta que verificara el uso de este tipo de tecnología.

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