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Por Pilar Bernat
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pbernattelycom4com /7/7/16

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Mimar al cliente. Un principio que puede resultar tan básico como evidente, pero que es la bandera por la que apuestan las grandes empresas en este momento. Si a este concepto le sumamos los de diferenciación, personalización, diseño y trato exclusivo, es probable que estemos conjugando una fórmula de éxito a la que, quien puede permitírselo, quiere acceder y aunque su precio sea elevado, lo paga con gusto. En el siglo XXI ya no se habla de lujo, sino de exclusividad.

Y en esa línea trabaja Ford con el más singular de los coches que, actualmente, tiene en su porfolio: un Mondeo, fabricado en Valencia, al que ha puesto el nombre de uno de los diseñadores con mayor reconocimiento en la historia de la automoción, cuya empresa y derechos terminó en manos de Ford, cuando ésta absorbió DeTomaso. Hablamos del Vignale, un sedán con seña de identidad en la parrilla frontal y que no sólo se aparca sólo, sino que, cuando lo hace, todo el mundo vuelve la cabeza, admirado por su belleza. ¿El trato preventa y post venta? único.
Cargado de detalles y de sensores, el paseo por sus implementaciones tecnológicas empieza con una llave pasiva que si se encuentra cerca de una de las áreas de detección (a un metro de las manecillas o del portón trasero) el coche se desbloquea y nos permite abrir las puertas. Los sensores de bloqueo se encuentran en las puertas delanteras y con uno o dos toques activamos el cierre centralizado, el doble o/y la alarma. La confirmación nos la ofrecen los intermitentes. Un detalle interesante es que, si el Vignale permanece cerrado más de tres días, entra en modo ahorro de energía para preservar la batería.
Ya sentados y con los asientos ‘multi contour’ y el volante adaptado a nuestro gusto en cuanto a distancia, altura, inclinación, sujeción a la cadera y los costados, temperatura (llevan calefacción y refrigeración) o incluso intensidad de masaje, podemos grabar la posición definida en la memoria situada en la puerta (guarda tres posturas) y, a continuación, pulsar el botón de encendido. A partir de ese momento, si así lo deseamos, podemos confiar en el sistema de start/stop o ‘active city stop’, incluido tanto en coches automáticos -como el que hemos probado-, como en vehículos con caja de cambio manual.

La pantalla central y el equipo de sonido

Dos pantallas, un potente equipo de sonido y el sistema embarcado de Microsoft Sync nos ayudan a controlar, configurar y disfrutar del coche.
El display central, de 8” de diagonal, es táctil y, tal vez resistivo (no hemos podido comprobar esta especificación) porque acusa cierta falta de sensibilidad al simple toque con la yema del dedo.

Dos pantallas, un potente equipo de sonido y el sistema embarcado de Microsoft Sync nos ayudan a controlar, configurar y disfrutar del coche


En la vista habitual, la pantalla se divide en cuatro áreas principales: teléfono (acepta varios el enlace de varios terminales, marcando uno como favorito), navegación, entretenimiento y climatización. La hora y la temperatura siempre están visibles y en la zona central inferior se muestran los accesos a información, home y configuración. En este último enlace cabe personalizar prácticamente todo aquello que lleva el coche y que acepta una acción en remoto.
Dos cuestiones hay que destacar vinculadas a la gestión de la pantalla. La primera el sistema integrado de Microsoft Sync basado en sistema operativo Microsoft Auto, con control por voz y activación desde el volante. La voz es precisa, clara, te escucha con claridad y responde con exactitud siempre que siguas el formato preestablecido; de no ser así, aporta sugerencias que puedan llevar a buen puerto. La introducción de la interacción natural por voz en la automoción todavía no ha llegado; Ford ya anunció que en 2016 se sumaba al uso del prestigioso QNX de Blackberry en su versión Sync 3, el cual traerá grandes adelantos… pero eso lo veremos en su momento.
El sistema de voz lee en alto los mensajes que recibimos en el móvil (conectado por Bluetooth A2DP), si así lo hemos configurado -ojo con este tipo de servicios y la privacidad-, nos pone la música elegida y, sobre todo, realiza la llamada de emergencia automática, que se activa asociada al airbag u otros puntos sensibles del vehículo. Como detalle curioso señalar que la denominada e-call se dirige a los servicios de urgencias en su idioma y al conductor en el suyo (caso de tener un accidente en el extranjero).
La segunda cuestión digna de reseña es el equipo de sonido que hay detrás de la pantalla y cuya paternidad corresponde a Sony. Realmente, sólo podemos adjudicarle un adjetivo: excepcional. No está de más comentar que la fuente de los archivos puede ser cualquiera, incluso en streaming desde el teléfono, ya que ofrece con doble puerto USB (también para carga), lector de tarjetas SD, conexión auxiliar y RCA.
Además, el Vignale lleva instalados unos sensores, concretamente tres micrófonos, que emiten ondas inversas al ruido a través del equipo de audio, de manera que cancela el mismo y el silencio interior, claramente asociado al confort o a la reproducción de música, resulta sorprendente. A esto se le llama cancelación activa de ruido.

Cuadro de instrumentos y sistemas de asistencia

La segunda pantalla, la frontal, con una magnífica resolución, está dividida en tres áreas e intenta emular el cuadro de instrumentos tradicional. Claro que además de medir la velocidad, las revoluciones o los kilómetros; de mostrarnos la marcha que tenemos puesta, el nivel de gasolina o darnos instrucciones para que controlemos el coche (puertas, encendido, modo de audio, etc.), refleja todos esos sistemas embarcados de asistencia a la conducción que integran los coches de última generación.
Así, cabe destacar el control de luces de carretera automáticas (con faros dinámicos LED), las cuales se encienden si hay suficiente oscuridad y no hay tráfico; detectan la presencia de vehículos delante, detrás o de frente; la iluminación ambiental y la velocidad a la que circulamos (se apagan si se reduce a 30 Km/h). Por supuesto, se pude desactivar desde la pantalla central.

Para aparcar y desaparcar, el Vignale incorpora asistencia activa de estacionamiento para utilizarla debemos circular por debajo de los 40 km/h


Para aparcar y desaparcar, el Vignale incorpora asistencia activa de estacionamiento (el botón está situado en la consola central, junto a la palanca de cambio, al igual que el sistema start/stop o el freno de mano); para utilizarla debemos circular por debajo de los 40 km/h, entonces en un juego entre sensores y cámaras exteriores, el coche explora los laterales e indica en la pantalla si lo ha encontrado y las instrucciones a seguir (cambiar la palanca de cambios, acelerar y quitar las manos del volante). Con el intermitente podemos indicar el lado en que queremos aparcar o si lo que queremos es salir.
Esta tecnología, ya popularmente llamada ‘park assist’, controla el aparcamiento en línea y en batería con L marcha atrás.
La utilización del control de velocidad, resulta muy cómodo a la hora de viajar; porque, si aceleramos hasta alcanzar la velocidad deseada y pulsamos ‘set’, podemos levantar el pie del acelerador y relajarnos. Pero ojo, el sistema se desactiva en determinadas circunstancias y siempre es el conductor el que tiene la Ьltima palabra al respecto, mediante el uso de los pulsadores ‘set’, ‘can’ o ‘res’ que están en el volante. Conviene familiarizarnos con ellos antes de arrancar.
Alerta al conductor supervisa automáticamente el comportamiento al volante en velocidades superiores a los 65 Km/h, sobre todo si se detecta somnolencia o “se deteriora el estilo de conducción”. El control se ejecuta en segundo plano y muestra un volante y un dibujo de una taza de café con seis niveles que cambian de color. Está en gris cuando no está activo.


De gran utilidad resulta el sistema de mantenimiento de carril. El sensor se encuentra en la trasera del retrovisor y su misión es alertarnos ante un desvío de carril involuntario a gran velocidad. Parece una evidencia que para usarlo hay que circular por una carretera debidamente pintada; se activa en la palanca del intermitente y muestra la imagen en la pantalla con tres colores: gris para inactivo, verde para circulación correcta y rojo para precaución. Hay que tomar medidas si el carril está en rojo o notamos la vibración de alerta en el volante.
Tres sistemas más merecen ser mencionados: el sistema de información de ángulo muerto, asociado a los retrovisores exteriores y que resulta de gran utilidad. El de reconocimiento de señales de tráfico (especialmente límite de velocidad o prohibido adelantar) que inmediatamente las muestra en el cuadro. El sistema de advertencia anticolisiones con detección de peatones; mediante el cual, si nuestro Ford se acerca peligrosamente a otro coche o peatón, procede a emitir una alerta de luz y sonido, a continuación, prepara el sistema de asistencia a la frenada y, si intuye un choque inminente teniendo en cuenta la velocidad y el obstáculo, procede a la frenada activa. De nuevo, toda la plataforma es configurable.
No podemos terminar sin recordar que el sistema de tracción también es inteligente.

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