Claves para combatir la vulnerable seguridad del Internet de las cosas

El Internet de las cosas ha abierto un mundo nuevo de posibilidades y de interacción gracias a la conectividad de red. No obstante, la conectividad conlleva sus peligros, recordemos por ejemplo el récord de ataques DDoS lanzados en 2016 con la ayuda de una red botnet masiva, formada por enrutadores, cámaras IP, impresoras y otros tipos de dispositivos.

Los ciberdelincuentes pueden hoy más que nunca extorsionar, chantajear y espiar a las personas al hackear un enser tecnológico privado. O cometer ilegalidades hackeando dispositivos de uso doméstico, y en el mejor de los casos, simplemente, estropearlos a distancia.

Un estudio realizado en 2015 por Kaspersky Lab, que consistía en el análisis de 8 dispositivos del Internet de las cosas seleccionados al azar, concluía que un cargador inteligente, un asistente personal doméstico, una cafetera y una cámara IP habían sido hackeados gracias a la debilidad de sus contraseñas.

Asegurar las compras y cuidar las contraseñas

Para escoger de manera acertada dónde queremos que nuestra vida sea un poco más inteligente gracias a la implementación de alguna tecnología, debemos considerar los riesgos de seguridad existentes.

La seguridad en el mundo digital pasa por las contraseñas, por lo que un buen consejo a seguir es comprobar antes de realizar una adquisición que el acceso y control de la aplicación pueda ser reprogramada por el usuario, y no con claves dadas de fábrica.

Los expertos recomiendan que antes de comprar dispositivos del Internet de las cosas nos informemos sobre si otros usuarios han denunciado alguna vulnerabilidad. Hay muchos analistas de seguridad que informan sobre problemas detectados en los dispositivos, e incluso los propios usuarios también alertan sobre los riesgos.

Asimismo, también aconsejan que se debe prestar mayor atención a los productos que acaban de salir al mercado, pues es posible que presenten algunos problemas de seguridad que aún no han sido testados.