Hasta ahora, según explica el ejecutivo, la red repetía patrones, pero no aprendía del usuario “y esto es lo que va a cambiar a partir de ahora; estamos cambiando la forma en que funciona la red por primera vez en 35 años”.
Esta tecnología se ha desarrollado en Vodafone España y llega ahora porque para implementarlo, “se requiere cierto nivel de sofisticación”. Lo que hace falta, a partir de ahora, es adaptar la red al crecimiento de datos móviles, que se ha duplicado en los últimos años, y para hacerlo, hay que añadir portadoras: hoy hay tres bandas en uso en las redes 4G, pero en el futuro habrá muchas más y cada banda usará diferentes tecnologías: 4G, 5G, FDD/TDD, con 2x2 MIMO (2 transmisores), 4x4 MIMO (con 4 transmisores o incluso Massive MIMO (con 32 o 64 transistores). Para resolver la complejidad de configuración, asignación y optimización de recursos es necesaria la Inteligencia Artificial (IA).
Un ejemplo de lo que va a ocurrir es imaginar una persona con un móvil que circula por una calle; la red es capaz de realizar mediciones para discernir cual es el mejor sistema de conexión para que el portador del teléfono tenga el mejor servicio. Actualmente, el proceso de optimización, puede llevar un segundo. Sin embargo, a partir de ahora, la red ya ha aprendido del móvil anterior y sabe cuál es el mejor escenario, de forma que se realiza -mismo espacio, mismo escenario- en cuestión de milisegundos (Aprox 0,5 ms) y no sólo se reduce el tiempo sino que el destino de la señal (celda) es la mejor tecnológicamente hablando. “Se trata, por tanto, de una red consciente de la trayectoria de los usuarios, vayan a pie, en coche o en tren; aprende de las experiencias y las reproduce en las mejores condiciones para el siguiente”.
Llegará a lo largo del año
La tecnología se implementará en la red a lo largo de este año y, en concreto, permitirá equilibrar cargas de tráfico entre celdas próximas, aumentar la velocidad de descarga y elegir las frecuencias automáticamente con sistema de agregación de bandas. Sin embargo, la tecnología no es sólo para Vodafone, ya que será un estándar disponible para todos los operadores.
Este tipo de soluciones, hasta ahora, se han implementado por encima de la red de radio y -como decíamos en el ejemplo- permite realizar operaciones en el margen de segundos. Sin embargo, ahora se introduce la IA dentro de la propia estructura de la red, en el core de la radio; de forma que se puede controlar algo o detectar problemas en los mencionados milisegundos. En consecuencia, la visión general de la infraestructura es total y se puede ‘bajar’ hasta la necesidad del usuario o del distribuidor. Así, los equipos de ingeniería verán facilitada la gestión de la complejidad de las redes y permitirá “reducir considerablemente el número de llamadas caídas; lo que incrementará la satisfacción de los clientes”.
Se abre un campo nuevo
En definitiva: los algoritmos de inteligencia artificial elegirán cuál es la mejor celda para asignar a cada usuario con la particularidad de que el terminal no tendrá que medir el nivel de señal que recibe de la red. Esto conlleva duplicar la rapidez y maximizar la eficacia no sólo en el antes mencionado balance de carga de tráfico entre las celdas próximas, sino el traspaso de llamadas en una celda a otra y en la elección de las mejores frecuencias para el uso de agregación de frecuencias, lo cual permite incrementar la velocidad de descarga sumando las bandas.
“La red puede aprender la huella radio de todos los clientes y conforme a eso, realiza el mejor ‘handover’ (cambio de celda) para obtener un rendimiento mayor. Se realizarán miles de millones de traspasos de una frecuencia a otra en la mitad de tiempo (de 1 sg a 0,5 sg); añadiendo automáticamente las frecuencias adecuadas para ‘Carrier Agregation’ se obtendrá un 10% más de velocidad de descarga; se facilitará el reparto de tráfico entre antenas y frecuencias, redireccionando los terminales a la celda más adecuada de manera automática -explican los técnicos de Vodafone-“.
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