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Los avances tecnológicos y su impacto en la sociedad; lo bueno y lo malo

Los avances tecnológicos y su impacto en la sociedad; lo bueno y lo malo

domingo 15 de abril de 2018, 20:35h

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Actualmente, la tecnología ha penetrado en todas las sociedades, formando parte consustancial de ellas y, básicamente, uno de los mayores cambios que ha introducido es el de facilitar la comunicación interpersonal, con dispositivos y entre ellos, y un acceso rápido e instantáneo a la información, se esté donde se esté

La expansión de las TIC (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones) en todos los ámbitos y niveles de nuestra sociedad se ha producido, desde hace varias décadas, a gran velocidad y es un proceso imparable pues van apareciendo nuevos elementos tecnológicos y aplicaciones que motivan a los usuarios, a las empresas e instituciones a hacer uso de ellos, descartando los anteriores –aunque convivan durante algún tiempo–, bien por su obsolescencia, o por la falta de prestaciones que los hacen inadecuados para satisfacer los mayores requerimientos actuales.

Se estima que en 2020 habrá alrededor de 20.400 millones de dispositivos conectados a nivel mundial.

Si bien, la mayoría de los usuarios aceptan estos nuevos avances como algo beneficioso y útil para facilitarles sus labores cotidianas de trabajo, ocio y comunicación, hay otros que son reacios a adoptarlos, por desconocimiento o falta de oferta comercial atractiva, porque les enfrenta a algo nuevo y desconocido, o se les pide adquisición de nuevos y, a veces, costosos equipos, algo que no siempre están dispuestos a abordar.

Brecha digital

En estos casos se da lo que puede llamarse “la brecha digital”, que marca una diferenciación entre unos y otros usuarios. Una vez realizada esta breve introducción, podemos decir que lo que realmente aportan las nuevas tecnologías a la sociedad es facilitar el acceso a la información, de una manera eficaz e inmediata, mediante el uso de las infraestructuras que han desarrollado e implantado los operadores de telecomunicaciones, a través de dispositivos avanzados con un hardware y software muy potentes e interfaces amigables, que permiten el acceso a multitud aplicaciones y contenidos desarrollados por ellos mismos o por terceras partes.

Así, actualmente todos hacemos uso de las redes de banda ancha, tanto fija como móviles, que nos permiten acceder a Internet, o utilizar la red móvil de 3ª o 4ª (5ª en un futuro cercano) Generación, para comunicarnos, ver contenidos multimedia, jugar en-línea o enviar mensajes, mediante smartphones, tablets, dispositivos audiovisuales, o cualquier otro medio. También, ya es una realidad, pero en el futuro se potenciará mucho más, el llamado Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), que facilita que millones de dispositivos autónomos, sin necesidad de intervención humana, puedan intercambiar información entre ellos. Según la consultora Gartner, se estima que en 2020 habrá alrededor de 20.400 millones de dispositivos conectados a nivel mundial.

Big Data, GDPR y PSD2

Muchos son los conceptos tecnológicos que están marcando la consolidación digital, pero si hay uno que afecta a todos ellos y cuya aplicación empezará a marcar el devenir futuro, como se puede apreciar por todas las noticias actuales, es el poder del dato –definido como el oro del Siglo XXI– y su gestión, lo que se conoce como “Big Data”, junto con toda una nueva regulación: GDPR (General Data Protection Regulation), PSD2 (Payment Services Directive 2), cuya aplicación, cuando entre en vigor próximamente, incrementará los niveles de seguridad y mejorará la gestión del riesgo, para mejorar competencia, innovación y protección al consumidor.

Tanto las redes externas como las internas en los edificios han de estar preparadas para soportarlo

Un fenómeno que ha provocado la introducción de las nuevas tecnologías, es la proliferación de las redes sociales, como Facebook, Instagram, LinkedIn, Youtube, etc. que junto con aplicaciones de mensajería como es Whatsapp y otras similares, entre todos los segmentos de población, que cuentan con centenares de millones de usuarios en todo el mundo. Estas aplicaciones generan mucho tráfico, pues el consumo de contenidos multimedia –gracias a las infraestructuras de banda ancha y la oferta de las llamadas tarifas plana– va en aumento, por lo que tanto las redes externas como las internas en los edificios han de estar preparadas para soportarlo, algo posible a los recientes avances técnicos y la adopción de normas comunes que permiten la compatibilidad e interoperabilidad entre dispositivos diversos, pudiendo acceder el usuario a los mismos contenidos desde diferentes plataformas.

Otro impacto que están provocando las nueva tecnologías es el cambio de paradigma en el comercio tradicional, que deriva hacia el comercio electrónico (e-commerce y el mobile marketing), con la empresa Amazon como líder indiscutible, y también en la banca (e-banking), lo que trae como consecuencia el cierre de numerosas oficinas físicas y la atención a los clientes y realización de las operaciones a través de Internet, sin olvidarnos de la Administración Pública, que facilita la realización de numerosos trámites y gestiones a los ciudadanos en-línea, lo que ahorra mucho tiempo y dinero.

Los avances generan un gran impacto debido a sus consecuencias, ya sean económicas, políticas, sociales y culturales, sin olvidarnos de la posible sustitución de muchos empleos por la llegada de los robots y la inteligencia artificial,

Todos estos avances generan un gran impacto en la sociedad, debido a sus consecuencias, ya sean económicas, políticas, sociales y culturales, sin olvidarnos de la posible sustitución de muchos empleos por la llegada de los robots y la inteligencia artificial, que es algo que nos tiene que empezar a preocupar. En definitiva, es posible asegurar que las TIC facilitan la conectividad, permiten desarrollar nuestros conocimientos, realizar trámites e intercambiar información con otras personas o máquinas, sin importar la distancia, a través de las herramientas y aplicaciones –las famosas apps– disponibles en Internet o en otras redes, y a los dispositivos inteligentes, de gran potencia, coste razonable y facilidad de uso.

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