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El que avisa no es traidor: Made in China 2025

Por Pilar Bernat
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pbernattelycom4com /7/7/16
lunes 26 de agosto de 2019, 12:00h

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En octubre de 2016 el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) publicó un estudio sobre el “Plan Made in China 2025” en el que explicaba cuál era la nueva estrategia que el gobierno chino se había propuesto seguir para impulsar y reestructurar su industria, de manera que se pasase de una era de cantidad a una nueva era de calidad y eficiencia en la producción. “Con este plan, China pretende ser líder en tecnología a escala internacional, por delante de potencias como Alemania, Estados Unidos o Japón”.

El informe del ICEX apuntaba literalmente en su introducción: Al tiempo que la economía de la República Popular China madura y se dirige hacia una nueva normalidad, sus líderes han fijado un objetivo claro: la industria manufacturera del país debe ascender en la cadena de valor. El programa Made in China 2025, publicado el 8 de mayo de 2015, es la estrategia adoptada por el por el gobierno chino con el objetivo de transformar el país en una poderosa potencia tecnológica. A través de este plan, el gigante asiático impulsa la reestructuración y el desarrollo de su sector industrial para alcanzar una mayor calidad y eficiencia en la producción.

Made in China 2025, cuyas medidas se ejecutarán durante los próximos 10 años, supone el primer paso dentro de un programa global de treinta años de duración. La estrategia se desarrollará en tres fases: reducir las diferencias con otros países (2025), fortalecer la posición (2035) y liderar en innovación (2045). Con estos objetivos en mente, las autoridades del país aplicarán políticas favorables a la reestructuración de la industria tradicional manufacturera, con especial énfasis en innovación, propiedad intelectual y desarrollo sostenible, mientras promueven la fusión y reorganización de empresas.

El plan coincide con la estrategia de reindustrialización adoptada en los países desarrollados que se basa en la fabricación inteligente como método para incrementar la competitividad… Según las autoridades chinas, este es el primer paso para superar a grandes potencias tecnológicas como la misma Alemania, Japón o Estados Unidos para el año 2049… se trata de pasar de una era de velocidad a una era de calidad.

Con esta estrategia, el gigante asiático busca impulsar su base industrial (materias primas, componentes, procesos y tecnología), que en la actualidad es percibida como débil y cuya producción ha caído, al tiempo que otorga más peso a la investigación y el desarrollo. Se pretende aumentar la calidad de la producción mediante la aplicación de nuevos estándares, automatización y tecnologías inteligentes, allá vez que se hace hincapié en la producción sostenible. De este modo, la intención es que industrialización e informatización vayan de la mano desde un primer momento.

Con el objetivo de convertir China en una poderosa potencia manufacturera, el plan Made in China 2025 estableció diez sectores que resultan prioritarios para fomentar la confianza en la tecnología nacional: Equipamiento eléctrico, tecnologías de la información, maquinaria agrícola, equipamiento aeroespacial, nuevos materiales, equipamiento ferroviario,, ahorro energético y vehículos de nuevas energías, ingeniería de equipamiento marítimo y barcos de tecnología avanzada equipamiento médico, herramientas de control numérico y robótica.

En todos estos sectores se prevé desarrollar proyectos en cinco áreas: construcción de centros de innovación, fabricación inteligente, fortalecimiento de la infraestructura industrial, empresas de fabricación sostenible y equipos de alta gama.

El plan establece cinco guías fundamentales: priorizar el desarrollo de la capacidad de innovación, mejorar la calidad de los productos, desarrollar una economía sostenible, optimizar la estructura industrial del país y promover la formación de talento.

Más allá de una declaración, en este documento China establecía las bases de su futuro y abría la puerta hacia el liderazgo mundial. Y lo hacía claramente; tanto que puso a disposición del mundo en Internet la Página del Consejo de Estado de la República Popular de China, un enlace a ‘hecho en China 2025’ donde es fácil seguir la evolución del plan y constatar la política proteccionista del estado (nada nuevo, por otra parte).

El mismo plan contempla unas medidas de apoyo que son: la modernización de las funciones del Estado, la profundización en la libre competencia, la reforma del sector financiero, el apoyo a las empresas manufactureras para internacionalizarse e innovar, el desarrollo del capital humano y atracción de personal cualificado, las políticas especiales para pequeñas y medianas empresas, la mejora de la protección de la propiedad industrial y la toma de medidas promotoras del comercio y la inversión.

En el apartado de consecuencias del documento del ICEX se apunta que las empresas europeas “han mostrado en su informe anual Position Paper 2016/2017 su preocupación por que las medidas contenidas en este plan encubran un cierto proteccionismo económico que perjudique las actuales oportunidades de negocio en el país. No obstante, el plan también podría conllevar nuevas oportunidades para las empresas multinacionales extranjeras, puesto que China precisará la tecnología, el know-how y el personal cualificado necesarios para poner en marcha su proyecto.

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