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El desarrollo de Internet, una posible amenaza para la democracia

El desarrollo de Internet, una posible amenaza para la democracia

Por David Fdez Crespo
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davidfdezcrespogmailcom/15/15/21
sábado 09 de noviembre de 2019, 21:51h

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En el Foro de la Gobernanza de Internet en España 2019, celebrado en Madrid el pasado jueves, una de las principales conferencias, impartida por Fernando Vallespín Oña, Catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Madrid, trató la pregunta: “¿El desarrollo de Internet y sus plataformas amenazan los sistemas democráticos occidentales?”

El Foro de la Gobernanza se celebró el pasado jueves en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación, de la Universidad Politécnica de Madrid. En esta jornada se trataron diversos temas alrededor de Internet y cómo su crecimiento causa todo tipo de cuestiones en diversos ámbitos de la sociedad. Diversas conferencias y mesas redondas tuvieron lugar entre las 9 de la mañana y las 6 de la tarde. El auditorio, abarrotado hasta la hora de la comida, estaba prácticamente vacío después del parón para el almuerzo, pues todos los alumnos no dudaron en abandonar el edificio para las charlas de la tarde. Es por ello que no fueron testigos de uno de los temas más interesantes que se trataron a lo largo de todo el día, siendo el cómo el desarrollo de Internet puede ser un impedimento para la democracia y para la información de la ciudadanía.

Fernando Vallespín Oña

Aquellos que por su ideología antes quedaban excluidos de sus círculos, ahora pueden encontrar cientos de miles de personas con sus ideas, lo cual se puede aplicar a colectivos ideológicos desde feministas hasta fascistas, que pueden radicalizarse al encontrar un grupo afín a ellos.

Fernando Vallespín Oña, Catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Madrid, comentó la idea de cómo antes del ascenso de Internet, los medios de comunicación eran la única forma para la gran mayoría de la población de obtener información. Los partidos políticos se adaptaban a ello, colocando titulares para buscar formar una opinión pública. Esto se pierde con la era digital, donde nadie tutela la opinión pública, tratándose de un “caos de informaciones sin control”.

Vallespín explica cómo la expansión de Internet puede llevar a la radicalización. Según él, aquellos que por su ideología antes quedaban excluidos de sus círculos, ahora pueden encontrar cientos de miles de personas con sus ideas, lo cual se puede aplicar a colectivos ideológicos desde feministas hasta fascistas, que pueden radicalizarse al encontrar un grupo afín a ellos. También habla de cómo incluso los pederastas han conseguido construir sus propias redes gracias a Internet.

El Catedrático considera que el usuario no sabe si lo que consume a través de una pantalla es realidad o ficción, y cómo existe una “esquizofrenia” causada por el estado de alerta hacia las informaciones

El Catedrático considera que el usuario no sabe si lo que consume a través de una pantalla es realidad o ficción, y cómo existe una “esquizofrenia” causada por el estado de alerta hacia las informaciones. Esto está reforzado por cómo los politólogos fallan a la hora de predecir resultados electorales. A pesar de esto, la población, según él, no tiene este problema sobre la verdad con los líderes políticos, asegurando que “hemos pasado del hiperpuritanismo hacia la verdad de los políticos a no importarnos que los políticos nos mientan”.

Según Vallespín, el problema más grave de la política es la emocionalidad, aunque recalca que, en cuanto a la democracia, es la facilidad que tienen distintos agentes anónimos de influenciar al pueblo a través de la desinformación, poniendo como ejemplo cómo, en 2017, las protestas en redes sociales por la cuestión catalana fueron favorecidas por bots apoyados desde Rusia.

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