Wilhelmsmeyer (McLaren Special Operations): "Hay quien invierte en personalización lo que otros en un coche entero"

En el mundo del superlujo, el diseño deja de ser algo superficial y puramente estético, es una decisión de compra y, cada vez más, de identidad. En McLaren esa idea se articula alrededor de MSO, un equipo que entiende la personalización como un proceso de co-creación: partir de una inspiración del cliente, traducirla en materiales, colores y detalles, y llevarla lo más lejos posible sin comprometer seguridad, homologación y crash-tests. El objetivo no es maximizar el número de coches, sino maximizar el valor que el cliente percibe en “su” coche.

El interés no deja de crecer: en programas recientes como el nuevo hypercar de McLaren, el W1, los clientes reservan tiempo para construir especificaciones realmente únicas y, a menudo, invierten en personalización lo que otros dedicarían a un coche completo. Y más allá del vehículo en sí, está la comunidad: los eventos refuerzan el sentido de pertenencia y explican por qué muchos propietarios no ven su coche como transporte, sino como pieza de colección, herramienta de circuito o proyecto personal.

En este marco, hablamos con Henrik Wilhelmsmeyer, director comercial de McLaren Automotive Ltd, para entender hasta dónde llega hoy la personalización en McLaren, qué límites fija la marca y cómo se equilibra expresión personal y coherencia de diseño.

CarDesign.es: ¿Hasta qué punto el diseño y la personalización son, hoy en día, factores decisivos en la compra de un McLaren?

Henrik Wilhelmsmeyer: Para nosotros es, en cierto modo, el núcleo de lo que un cliente puede hacer para personalizar el producto. Nuestra filosofía real no es “venderte un McLaren”, sino construir tu McLaren. Y eso exige entender qué le importa a cada cliente y qué le rodea: su contexto, sus referencias, su mundo.

Lo ideal es que la gente venga con una inspiración y una primera idea, y a partir de ahí podamos desarrollarla juntos. Además, MSO tiene varias responsabilidades. Una es cuidar el legado de la marca, asegurando que coches icónicos como el McLaren F1 sigan formando parte de nuestra historia.

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Luego está lo que yo llamaría el bespoke, lo verdaderamente extraordinario. Si sigues la analogía de la sastrería, existe el bespoke y existe el made-to-measure (hecho a medida). Y esa parte “hecha a medida” la estamos desarrollando mucho ahora, porque ofrece una experiencia más curada: puede que no quieras recorrer todos los pasos de empezar desde cero con un lienzo en blanco; quizá prefieras partir de una guía, de un punto de inicio bien planteado, y personalizar desde ahí.

También estamos trabajando en reforzar esto a nivel digital, para que, incluso en el concesionario, puedas tener una visualización digital del resultado. Y si quieres ir más lejos, entonces es muy recomendable hablar con nuestros expertos en bespoke, que pueden darte más contexto y enseñarte hasta dónde podemos llegar.

En la práctica, el único límite real suelen ser los requisitos legales, y todo lo que tenga que ver con seguridad, homologación, crash-tests, etc. Ahí sí hay restricciones. Pero, fuera de eso, el equipo está siempre motivado para hacer posible lo que el cliente imagina.

CD: ¿Cómo responde MSO a esta demanda creciente de individualización en el segmento de lujo y qué límites marca el ADN de McLaren? ¿Algún ejemplo reciente?

Wilhelmsmeyer: Vemos una demanda que crece muy rápido. Si miras el W1, por ejemplo, impresiona el tiempo que los clientes invierten con nosotros personalizando el coche. Sacan una parte importante de su agenda —que suele ser muy limitada— para dedicarla a crear algo verdaderamente único.

Y para nosotros no se trata de “cómo maximizamos el número de coches vendidos”, sino de cómo creamos el mayor nivel de valor para el cliente, que al final también es lo que genera el mayor retorno. El nivel de gasto en personalización en un W1 es realmente notable: hay gente que invierte en personalización lo que otros gastarían en comprarse un coche entero. Eso te habla del potencial para nosotros como marca, pero sobre todo del deseo del cliente de crear algo realmente único.

Porque para el cliente esto es más que una transacción: es una experiencia, un proceso de co-creación para construir algo único y con sentido personal. Y también porque este tipo de coches, para muchos, es una oportunidad “de una vez cada muchos años”.

Y algo fundamental: nuestros clientes no compran un McLaren como medio de transporte. Lo ven como una pieza de colección, o como un coche para rodar en circuito, o como un proyecto que refleja su personalidad. Expresan quiénes son a través del coche y lo convierten en su propia “obra”. Por eso es un proceso creativo que disfrutan mucho.

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CD: En la práctica, ¿cuál es la diferencia entre “tener un superdeportivo” y “tener tu McLaren único” a través de MSO?

Wilhelmsmeyer: Creo que ser propietario de un McLaren es mucho más que el coche. Aquí, en un evento como Pure McLaren, se nota muy bien: existe una comunidad y un sentido de pertenencia. La gente se reúne, se conoce, y es una comunidad que crece. Y eso marca una diferencia enorme: no es solo “qué producto posees”, sino “a qué comunidad perteneces”.

Con frecuencia los clientes nos dicen cuánto aprecian lo cercana que es la marca, y cómo se sienten valorados. Eso también forma parte de la experiencia. La personalización es tan única como tú, y la experiencia que ofrecemos —eso esperamos— es igual de única, alineada con el ADN de McLaren.

CD: Para nuestra audiencia española… ¿Cómo describirías el posicionamiento de MSO en España y en Europa? ¿Ves diferencias frente a otros mercados?

Wilhelmsmeyer: No diría que tengamos un posicionamiento diferente en España. La naturaleza de MSO es crear algo que signifique algo para ti, y eso no tiene por qué ser igual de relevante para otra persona. Y esa es precisamente la fortaleza de MSO: no te presentamos una solución “prêt-à-porter”, estándar. Te escuchamos e intentamos entender qué te importa, qué es importante para ti.

Sí vemos diferencias regionales en gustos, por supuesto, o en colores que la gente elige. Pero al final, lo que todos los clientes comparten es la apreciación por el ADN de McLaren. Ese es el vínculo que les une dentro de la familia McLaren. Es emocionante ver este “crisol” global de culturas reunirse alrededor de la marca. Somos una marca verdaderamente internacional, aunque con origen británico.

CD: Y por terminar, para ti, ¿qué significa ser propietario de un McLaren hoy? ¿Existe un “perfil típico” de cliente MSO?

Wilhelmsmeyer: Sinceramente, no creo que exista un estereotipo de cliente. Si miro la diversidad de nuestros clientes, es un reflejo de los coches que construimos: pueden ser muy distintos, tanto por demografía como por gustos. Y muchas personas traen sus historias personales al proyecto.

Hay clientes más orientados a prestaciones, que se centran en piezas y decisiones relacionadas con rendimiento. Y otros tienen un enfoque más artístico, muy centrado en la estética, los materiales o colores que son únicos solo para ellos. Así que es un espectro completo.