El gobierno brasileño ha confirmado la existencia de investigaciones dentro de la operación relacionadas con Portugal, después de que varios medios del país vecino hayan publicado las sospechas de desvío de dinero dentro de la operación de venta de Vivo por Portugal Telecom a Telefónica en 2010, por 7.500 millones de euros.
Según el periódico portugués Público, se está analizando si hubo "beneficios económicos" por valor de "varias decenas de millones de euros" para políticos, accionistas y dirigentes de las partes implicadas en esta operación, una de las más importantes en la historia reciente de Portugal.
La venta de Vivo a Telefónica fue cerrada en el verano de 2010, después de que la empresa española mejorara su oferta -de 6.500 a 7.500 millones-, a lo que Portugal Telecom contestó rápidamente con la compra del 25,6 % de la también brasileña Oi, por 3.600 millones de euros.