El primer ministro de Irlanda, Enda Kenny, ha confirmado que hará caso a Tim Cook y apelará la decisión de la Comisión para intentar que no sancionen a la compañía tecnológica o que, por lo menos, se abra un largo proceso judicial.
Muchos políticos irlandeses se han mostrado disconformes con la decisión de Bruselas ya que lo consideran una intromisión en su soberanía nacional y en la libertad de trato que el país quiere dar a las multinacionales extranjeras que se asientan en Irlanda.
Entre los políticos irlandeses, la manera de tratar el asunto tiene dos posturas enfrentadas .Por un lado están los que consideran que la sanción a Apple puede provocar una huida de capital e inversión extranjera en el país. Por otro lado, algunos políticos piensan que posicionarse con la compañía americana en la disputa con la Comisión Europea puede ir en contra de sus intereses geopolíticos.