WedgeAMB ilustra este mecanismo por medio de la participación de Cylance, que incorpora una tecnología basada en la Inteligencia Artificial (IA).
De este modo, será posible una detección, a la vez que bloqueo de virus y malwares avanzados antes de que lleguen a perpetrar la propia red.
Las amenazas son bloqueadas en tiempo real, eliminando todo tipo de costes y esfuerzo
Por lo tanto, las amenazas son bloqueadas en tiempo real, eliminando todo tipo de costes y esfuerzo. A su vez, también ofrecen visibilidad del panorama de red en tiempo real, reforzando el personal de seguridad con el fin de identificar y enfocarse en los riesgos más críticos del sistema.
Así mismo, este incorpora WedgeIQ, un motor analítico posicionado en contra de las distintas amenazas del sector. Este aporta una serie de visualizaciones de vectores de amenaza multi dimensional cuya función principal es mitigar los altos riesgos que puedan originarse.
James Hamilton, CEO de Wedge Networks, asegura que la colaboración a día de hoy, así como la innovación conjunta, son esenciales a la hora de proporcionar las mejores soluciones de seguridad disponibles.
“Con la implementación de la hiper inspección, podremos ser capaces de ofrecer unas soluciones pioneras en la industria, que permitirán aunar diferentes fuerzas para combatir, de manera conjunta, el cibercrimen”.
Las compañías deberán tener fe absoluta en sus infraestructuras de seguridad, así como en su capacidad para facilitar el progreso, por medio de un sistema de mitigación del riesgo
El tan mencionado cibercrimen constituye, a día de hoy, un escenario persistente y extensivo donde, más y más personas utilizan dispositivos conectados, exponiéndose, de este modo, tanto los propios usuarios como las empresas, a las amenazas de los cibercriminales.
Así, a medida que el malware avanza, también lo hace la industria de la ciberseguridad. Cuanto más duraderos y persistentes sean los virus, más seguras serán las medidas tomadas al respecto.
La realidad es que dichas amenazas son reales, y pueden llegar a ser devastadoras. Por ello las compañías deberán tener fe absoluta en sus infraestructuras de seguridad, así como en su capacidad para facilitar el progreso, por medio de un sistema de mitigación del riesgo.
Estos tipos de epidemias cibernéticas se encuentran en aumento, de manera exponencial. De hecho, se han convertido en uno de los quebraderos de cabeza principales del siglo XXI para muchos consumidores, negocios, compañías de telecomunicaciones e incluso para agencias de gobierno, como puede ser el FBI.