Según un estudio elaborado por IBM, España se configura como el segundo país de la Unión Europea donde los ciudadanos muestran mayor preocupación por los riesgos en el uso de la autenticación biométrica a la hora de acceder a sus datos personales (55% frente al 45% de la Unión Europea).
Un 44% sitúa los lectores de huella dactilar como uno de los métodos más seguros de autenticación
Los resultados del estudio contradicen en cierto modo la creencia de que lo más importante es la comodidad. No obstante, la seguridad se ha convertido ahora en una prioridad y más si se habla de temas financieros (cuentas bancarias, inversiones, pagos...). De hecho, en el caso de apps financieras, el 70% prioriza la seguridad en el acceso, frente al 14% que menciona la comodidad como su prioridad. La seguridad es también prioritaria para compras online, aplicaciones de trabajo y correo electrónico.
Asimismo, también se ha analizado la opinión de los consumidores sobre los diferentes métodos de acceso. El 67% se muestra actualmente conforme utilizando soluciones de autenticación biométrica y el 87% afirma que lo estará en el futuro. En este sentido, el 44% sitúa los lectores de huella dactilar como uno de los métodos más seguros de autenticación. Las contraseñas y los PINs son percibidos como menos seguros (27% y 12%, respectivamente).
Entre los europeos existe una mayor costumbre de utilizar contraseñas complejas frente a los otros continentes
Aunque el uso de una contraseña tradicional sigue siendo la opción preferida, las generaciones más jóvenes (los menores de 35 años) muestran cada vez una menor confianza en su uso y apuestan por métodos alternativos para asegurar sus cuentas, como las tecnologías biométricas o la autenticación multifactor.
Al igual que la edad, la localización geográfica tiene también influencia en la percepción y confianza de los consumidores en los nuevos métodos de autenticación. En este sentido, los ciudadanos de Asia Pacífico son los que afirman mostrarse más cómodos con las tecnologías biométricas (78%), frente al 65% de los europeos y el 57% de los norteamericanos. Entre los europeos, por el contrario, existe una mayor costumbre de utilizar contraseñas complejas (52%), frente al 36% de los habitantes de Asia Pacífico y el 41% de los norteamericanos.