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El MWC 2020 acaba celebrándose... por videoconferencia

Javier López Tazón | Lunes 06 de abril de 2020
Tras su cancelación ante el avance del Covid-19, las presentaciones del Mobile se han celebrado en vídeo online, ¿marcarán un antes y un después?

Cualquiera que entre estos días en la página web del Mobile World Congress se encontrará dos mensajes destacados. El primero, bajo una cita del director general de la GSMA, Mats Granryd, en la que destaca la importancia de los operadores de telefonía móvil, es la declaración de la GSMA sobre el Paquete Financiero para el MWC Barcelona de 2020. El segundo es totalmenta apelativo: "Únete a nosotros en el MWC Barcelona de 2021".

Ambos anuncios están íntimamente relacionados. En el primero se explica cómo se va a devolver la inversión que realizaron los expositores que iban a participar para el suspendido MWC 2020. A los asistentes se les reembolsa el 100% del valor de sus pases y a los grandes expositores se les devolverá mediante descuentos a lo largo de sucesivas ediciones del MWC o en efectivo, pero con un límite poco asumible. Básicamente, se trata de reconducirles para que participen el próximo año.

Pero, a pesar de que muchas veces no lo parezca, la vida sigue. Este año se venderán teléfonos (menos de los previstos), se desplegarán redes 5G, los desarrolladores de nuevas versiones del protocolo IP, de la comunicación WiFi o Bluetooth continuarán trabajando... Y la Feria de Barcelona es el foro en el que se comparte con clientes y con medios de información, se negocia, se compra, se vende todo lo que tiene que ver con este sector. 

Entonces, ¿qué hacemos? ¿Empaquetamos todo este año y lo guardamos para mostrarlo en 2021? Es obvio que no. De hecho, Huawei, Realme, Sony... sustituyeron sobre la marcha sus presentaciones presenciales de Barcelona, por otras en streaming. Y ahora estamos asistiendo a la segunda oleada de lanzamientos, utilizando el mismo sistema. 

No es que se trate de algo inédito, pero sí es más extremo, más riguroso. Y es probable que las compañías que hoy están obligadas a hacerlo de esta manera se planteen si puede ser una opción para el futuro, para la era post-coronavirus.

Funcionar, funcionan. Una presentación streaming es algo muy extendido desde hace años. De hecho, la mayoría, por no decir todos los lanzamientos tecnológicos, suelen ser híbridos. Puntualizo, solían ser híbridas: unos pocos (a veces más de 1.000, como sucedía en las convocatorias multitudinarias de Huawei en Barcelona; de Samsung en Berlín...) asistían personalmente, pero se abrían a la comunidad a través de vídeo.

Sin embargo, para que el streaming reemplace con la misma efectividad a las convocatorias físicas necesitan superar un par de obstáculos. El primero, y más obvio, es que en las primeras no hay producto real que se pueda tocar, apreciar su fabricación, sus terminaciones, funciones destacadas o, ¿por qué no? el color. Y es que acostumbra a haber zonas de demo, áreas en las que se puede hacer una prueba corta de móviles, tabletas, cámaras... 

La segunda traba que deben sobrepasar son las preguntas. Estas grandes presentaciones suelen ser unidireccionales. No hay turno de preguntas porque sería ingobernable -también es muy comprometido someter a los máximos dirigentes de una compañía mundial a las preguntas de centenares de periodistas de todo el mundo-, pero sí es normal que asistan portavoces de cada país que sí pueden resolver dudas, muchas veces sobre aspectos locales.

Una solución intermedia suele ser organizar ‘espejos’. Un acto central, digamos en Shanghái, y otros paralelos en Europa y Estados Unidos, a los que acude prensa y representantes de los distintos países del área. 

Estas semanas, en el sector tecnológico hemos asistido a las presentaciones en streaming de los móviles más importantes de Huawei, Xiaomi, Realme... del nuevo chip de audio de Qualcomm... La vida sigue, pero cambian las formas. Hay quien piensa que estos meses de aislamiento pueden marcar el camino para cuando volvamos a las calles. Yo soy más escéptico. 

Hace una década sufrimos otra pandemia. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el H1N1, la gripe A, causó en poco más de un año entre 700 y 1.400 millones de contagios y entre 150.000 y 575.000 muertos. En su momento, se propusieron todo tipo de salas de videoconferencias, salas de telerrealidad, para evitar los viajes. Hoy, 10 años más tarde, la videoconferencia es una herramienta de comunicación común, pero no ha reemplazado a los viajes

Mi sensación es que las ferias y presentaciones físicas volverán cuando se acabe con el virus y/o se logre una vacuna eficaz.

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