Así, al entrar a una reunión, si estamos trabajando, en el cine o echándonos la siesta el domingo, basta con bajar el volumen de nuestro teléfono hasta que entra en modo vibración y nos sale una pantalla en la que podemos regular con un sólo dedo cuánto tiempo queremos que permanezca en silencio, hasta un máximo de 12 horas o bien ordenarle que permanezca callado hasta nueva orden.
El menú permite elegir el color de la aplicación, la cual, cuando está activa, muestra un icono en la barra superior del teléfono (esta función también es configurable).
La ventaja es que al silenciar así el celular, luego no olvidamos volverlo a encender, como tantas veces ocurre.