Diez proyectos en Madrid, diez en Bogotá, diez en Buenos Aires, diez en México y así sucesivamente hasta siete ciudades en siete países en los que la compañía opera y que no serán los únicos, ya que según José María Álvarez Pallete, hoy presidente de Telefónica Europa, y padre de la idea, "el proyecto sigue adelante y pronto se abrirá en otras ciudades y países" (Barcelona ya ha convocado).
La inauguración ha contado con las bendiciones del Secretario de Estado de Telecomunicaciones, Juan Junquera, quien ha remarcado la necesidad de que "en España surjan otras iniciativas de la magnitud de la que hoy ha puesto en marcha Telefónica", una forma clara de crear riqueza, empleo y comunidad empresarial en un formato 'win win' (todos ganan). Junquera recordó, igualmente, la sed que hay en España de I+D+i "campo en el que -asegura- el Gobierno ha realizado un gran esfuerzo" y pidió que otras empresas tomen ejemplo de este 'cluster' de ideas con grandes perspectivas de futuro y negocio para todos.
Extrapolando el tema, el Secretario de Estado habló de la situación actual de Europa y de la actitud poco emprendedora de la Comisaria Nelly Kroes:
"Europa me preocupa muchísimo. Nos hemos quedado rezagados y dependientes de la tecnología americana; tenemos que apoyar a los europeos con buenas ideas para poder recuperar posiciones". A este tema también se refirió Álvarez Pallete cuando explicaba como se había gestado Wayra: "me dí cuenta de que cada vez que queríamos comprar tecnología teníamos que ir a los Estados Unidos".
La 'incubadora' empresarial inicia su andadura con una primera selección de proyectos realizada entre 5.000 presentados (Clipbook, Emtrics, Impoc, Mira Musei, Mobile Home, Noruen-Personal Shopper, pHome, Sezion, TedCast, Valioo). Telefónica les aporta el apoyo de su personal cualificado, especialmente del equipo de I+D, les da espacio y soporte financiero, a cambio de un 10% de las acciones y de que antes de doce meses (entre seis y doce meses según dificultad) hayan despegado para dar paso a otros.
Una mención especial merece el proyecto arquitectónico y la decoración de la 'academia', que ha dado un giro completo a la octava planta del histórico edificio de Telefónica Gran Vía y que nada tiene que envidiar a esos espacios creativos de las empresas americanas y canadienses tantas veces televisados.