Esta determinación impactará a los controladores de impresora v3 y v4 en todas las versiones de Windows, aunque su implementación no será inmediata. La empresa tecnológica reconoce que se trata de un "cambio significativo" y, por ende, se llevará a cabo durante varios años, según se detalla en su página de Soporte.
Como resultado, los fabricantes ya no podrán proporcionar sus controladores, tanto para instalaciones como para actualizaciones, a través de Windows Update. Microsoft considera que esto ya no es necesario y se realizará en 2025, de acuerdo al plan detallado por la compañía.
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Finalmente, como alternativa, Microsoft dará prioridad al controlador de clase de bandeja de entrada IPP de Microsoft y al soporte del estándar de impresión Mopria, que se introdujo con Windows 10 21H2. Los fabricantes aún podrán ofrecer sus controladores mediante paquetes de instalación independientes.