Es posible deducir que la realeza no era el único grupo que formaba parte de la élite de algunos países. También existían aristócratas, diplomáticos o personas con perfiles igual de altos, por lo que disponían de recursos para unirse a los juegos de casino de aquel entonces. Era común observar las mesas de póquer repletas por los jugadores que empezaban a conocer el juego, así como la gente se reunía alrededor de la ruleta, tal y como lo describen muchos reportes y libros de la época.
En la actualidad, no es ninguna novedad que un juego esté full de gente, más bien es lo normal en los diferentes juegos y las mesas de casino disponibles en línea. Un elemento que facilitó todo esto es el fácil acceso propio de las épocas de hoy en día. Asimismo, es bueno aprovechar de entrar a casino online y así ingresar al juego que uno quiera. Es posible afirmar que el acceso al juego se ha democratizado, por decirlo de alguna manera, dado que cada quien es libre de entrar a la plataforma y entretenerse con el juego que más le guste.
Como dato anecdótico, vale comentar que incluso juegos que no forman parte de los casinos llegaron a ser prohibitivos para la sociedad, como pasó con el ajedrez cuando estaba comenzando a surgir. De este dato se puede desprender que las invenciones, los juegos y demás novedades pasaban primero por las sociedades más elitistas y después era que el resto de la sociedad podía observarlos, a diferencia de lo que pasa ahora que todo el mundo puede unirse a prácticamente todas las actividades lúdicas que existen.
Recordemos que hace mucho tiempo el mundo no era lo que es hoy en día. Por dar un ejemplo: Europa distaba mucho de ser el continente que es en la actualidad. Y muchas actividades relacionadas con los casinos pasaron por Europa o se originaron allá. En cierta manera, dicho continente se consideraba la cuna de la civilización, como se menciona aquí. Por último, otras regiones del mundo también influyeron en el crecimiento de los juegos de casino, como es el caso de Norteamérica y América Latina. Quizás algunos países influyeron más que otros, pero en general, muchos pusieron su granito de arena en la historia de estos juegos.