La decisión, confirmada por ambas compañías, implica el cese de nuevos desarrollos conjuntos, aunque los productos existentes seguirán recibiendo soporte técnico y actualizaciones de software.
El proyecto Symfonisk, iniciado en 2015, logró posicionar productos de audio asequibles y funcionales dentro del ecosistema Sonos, aprovechando al mismo tiempo el alcance de Ikea en el mercado global del hogar conectado. Modelos como la lámpara altavoz, el altavoz-estantería o el marco decorativo con altavoz se integraron fácilmente en el entorno doméstico, permitiendo una experiencia auditiva discreta y estéticamente cuidada.
La propuesta fue bien recibida por usuarios interesados en soluciones de audio que no sacrificaran diseño ni conectividad. Los dispositivos Symfonisk eran compatibles con el ecosistema multiroom de Sonos, lo que facilitaba su incorporación a sistemas de sonido ya existentes. Según indicó Sonos a The Verge, esta integración “permitió a los clientes disfrutar de un gran sonido en sus hogares durante muchos años”.
La colaboración representó una estrategia eficaz para democratizar el acceso al audio inteligente. Symfonisk se posicionó como una alternativa accesible frente a la gama tradicional de Sonos, sin renunciar a estándares de calidad ni a la integración con plataformas como Apple AirPlay o Spotify Connect.
El fin de la colaboración llega en un momento complejo para Sonos, marcado por una caída en la demanda y la necesidad de redefinir su estrategia comercial. Recientemente, la compañía redujo el precio de productos como el altavoz Era 100 o la barra de sonido Ray, en un intento por dinamizar las ventas. Además, enfrenta posibles impactos derivados de los aranceles estadounidenses sobre tecnología importada.
Por otro lado, la compañía ha decidido centrarse nuevamente en el perfeccionamiento de su software móvil, tras los problemas generados por una actualización mayor que afectó negativamente la experiencia de usuario. También canceló el desarrollo de un reproductor de vídeo, lo que refuerza su compromiso por concentrarse en su oferta principal de audio.
A pesar de la ruptura, Sonos ha asegurado que los dispositivos Symfonisk seguirán recibiendo actualizaciones, garantizando su compatibilidad futura con sistemas de audio en red.
Sin embargo, se descarta el desarrollo de nuevas versiones, lo que podría motivar una mayor demanda a corto plazo ante el fin de la disponibilidad de inventario.