Desde el arranque, administraciones públicas, reguladores y empresas han coincidido en un mismo mensaje: el futuro de las telecomunicaciones depende de la cooperación entre grandes actores y pymes del sector. En palabras del presidente de Aotec, Antonio García Vidal, “Europa necesita grandes telecos, sí, pero también una red viva de pymes”.
“Europa necesita grandes telecos, sí, pero también una red viva de pymes”
Uno de los mensajes más repetidos durante la jornada ha sido el reconocimiento al papel de los operadores locales en zonas donde las grandes operadoras no llegan. “El 56% de los despliegues de banda ancha fija en Europa los lideran operadores alternativos y neutros”, apuntó García Vidal. Casos como el reciente apagón de mayo o emergencias climáticas como la DANA han demostrado su capacidad de respuesta sobre el terreno.
“Esto no sería posible sin la suma del esfuerzo inversor de todos los operadores, independientemente de su tamaño”
La presidenta de la CNMC, Cani Fernández, ha subrayado que España es hoy líder europeo en cobertura de redes de alta capacidad, con un 87% de cobertura en zonas rurales. “Esto no sería posible sin la suma del esfuerzo inversor de todos los operadores, independientemente de su tamaño”, ha afirmado. Además, ha anunciado avances en la regulación del mercado de infraestructuras físicas y el lanzamiento de nuevas métricas de calidad para servicios fijos y móviles en zonas rurales.
Entre los operadores que han cobrado protagonismo en esta edición destacan firmas como Asteo, especializada en llevar conectividad de alta velocidad a zonas rurales, o Adamo, Abatel y Bento, adjudicatarias de fondos del programa ÚNICO. Su papel se presenta como esencial para cerrar la brecha digital y hacer realidad los objetivos de cohesión territorial.
Desde la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, Matías González ha recalcado que las ayudas públicas deben complementarse con la implicación del sector privado. El programa Banda Ancha ha movilizado mil millones de euros, de los que un 50% han ido a parar a operadores locales. “Las ayudas por sí solas no funcionan. Necesitan un operador que las ejecute con eficacia”, ha señalado.
También se ha hecho hincapié en facilitar los despliegues mediante la nueva normativa europea GIA, que entrará en vigor este noviembre, y el desarrollo del PIU (Punto de Información Único), una plataforma que georreferenciará todas las infraestructuras físicas y licencias en el país para acelerar obras y reducir cuellos de botella.
Fernando de Pablo, director de la Oficina Digital del Ayuntamiento de Madrid, ha destacado el papel de la ciudad como nodo tecnológico internacional. “Madrid lidera hoy el informe de Naciones Unidas sobre servicios públicos digitales, y apostamos por atraer talento e infraestructuras con reducción de trabas burocráticas”, ha señalado.