Ciberseguridad

¿Está Q-Day a punto de convertirse en una nueva amenaza digital?

María García | Lunes 30 de junio de 2025
La llegada de Q-Day plantea riesgos significativos para la seguridad de los datos, ya que los ordenadores cuánticos podrían vulnerar cifrados actuales. A medida que aumenta la conectividad, es crucial que organizaciones se preparen para esta amenaza y adopten tecnologías de criptografía post-cuántica antes de 2035, aprovechando al mismo tiempo las oportunidades que ofrece la computación cuántica.

En el ámbito tecnológico, la preocupación por la seguridad de los datos ha tomado un nuevo rumbo con la llegada de lo que se conoce como Q-Day. Este término hace referencia a un momento crítico en el que se espera que las computadoras cuánticas alcancen un nivel de potencia suficiente para vulnerar los métodos tradicionales de cifrado. Según advierte en una publicación Buddy Bayer, COO de Colt Technology, este evento podría ocurrir en los próximos cinco años.

El fenómeno conocido como Y2K, o el famoso “bug del milenio”, se presentó hace veinticinco años, generando temores sobre posibles fallos en los sistemas informáticos al cambiar de 1999 a 2000. A pesar de las preocupaciones, las actualizaciones y parches implementados por equipos de TI lograron mitigar el impacto, y la crisis no se materializó de la manera temida. Sin embargo, el avance tecnológico y la digitalización desde entonces han cambiado drásticamente el panorama.

La amenaza del Y2Q

El Y2Q representa una nueva preocupación en un mundo donde cada vez más dispositivos están conectados a Internet. En el año 2000, había aproximadamente 200 millones de dispositivos conectados; hoy en día, esa cifra supera los 22.000 millones. Esto significa que una gran cantidad de información sensible, desde datos bancarios hasta registros médicos, podría quedar expuesta si las ordenadores cuánticos logran descifrar los sistemas de cifrado actuales.

La transformación digital ha sido vertiginosa: en el año 2000, los teléfonos móviles eran utilizados principalmente para llamadas y mensajes de texto, y el acceso a Internet se realizaba a través de conexiones dial-up. En contraste, hoy en día, la mayoría de las personas poseen múltiples dispositivos conectados que utilizan métodos avanzados de cifrado para proteger su información.

A pesar de los riesgos asociados con Q-Day, también existen oportunidades significativas que la computación cuántica puede ofrecer. Esta tecnología tiene el potencial para resolver problemas complejos en diversas industrias, incluyendo farmacéutica y finanzas, además de contribuir a avances médicos y soluciones ambientales sostenibles.

A principios de este año, el Centro Nacional de Ciberseguridad del Reino Unido emitió una directiva instando a las organizaciones a prepararse contra posibles ataques cuánticos antes del año 2035. Esta recomendación incluye establecer objetivos claros para migrar hacia sistemas seguros ante amenazas cuánticas y realizar auditorías exhaustivas para identificar qué procesos necesitan ser actualizados.

Preparación ante el futuro cuántico

El marco propuesto sugiere que para 2028 las organizaciones deben tener planes concretos; para 2031 deberían haber comenzado actividades prioritarias; y para 2035 completar la transición hacia criptografía post-cuántica (PQC). No obstante, algunos expertos advierten que la amenaza podría presentarse antes debido al rápido avance tecnológico y las inversiones masivas realizadas por empresas líderes en tecnología.

A pesar del riesgo inminente, es fundamental adoptar una perspectiva optimista hacia el futuro cuántico. La innovación está en marcha: investigadores ya están trabajando en soluciones como la criptografía segura frente a quantum, diseñada para proteger datos ante los nuevos retos que presentan estas tecnologías emergentes.

Conforme avanza la tecnología cuántica, es esencial que tanto empresas como individuos estén preparados para enfrentar estos desafíos sin perder de vista las oportunidades que ofrecen. La capacidad humana para innovar y adaptarse es prometedora; así lo refleja el Informe Global sobre Riesgos 2024 del Foro Económico Mundial, que subraya cómo aunque los riesgos aumentan, también lo hace nuestra capacidad para responder ante ellos.

TEMAS RELACIONADOS:


Noticias relacionadas