El estudio, realizado entre mayo y junio de 2025 con una muestra de más de 1.000 personas en España, forma parte de un análisis europeo más amplio. La investigación señala que un 71% de los encuestados se declara satisfecho con su vehículo actual, aunque admite que no es el coche ideal. Apenas un grupo reducido ha logrado materializar esa aspiración personal al volante.
La seguridad (59%) y la relación calidad-precio (56%) lideran las prioridades
Los resultados muestran un patrón claro: el diseño no es el factor determinante para la mayoría. La seguridad (59%) y la relación calidad-precio (56%) lideran las prioridades. Por detrás quedan aspectos como la marca (46%), la tecnología embarcada (43%) o el diseño exterior e interior (31%). A diferencia de otros mercados europeos, el diseño visual y emocional del vehículo no ocupa un lugar destacado en el imaginario del comprador español.
Este enfoque práctico se acentúa en mujeres y mayores de 35 años, que valoran más la eficiencia, el ahorro y la fiabilidad mecánica. En cambio, hombres y jóvenes se inclinan en mayor medida por modelos tecnológicamente avanzados o con una estética más aspiracional, aunque sin romper con la lógica del acceso económico. La sostenibilidad, por su parte, aparece como un valor emergente, con un 28% de menciones, especialmente entre mujeres y adultos.
Los vehículos más citados como “coches soñados” confirman esta tendencia. El Seat León encabeza las preferencias entre todos los grupos demográficos, seguido por modelos funcionales como el Audi A3, el Seat Ibiza o el Audi A4. El peso simbólico de las marcas locales, como Seat, sigue siendo clave, incluso frente a opciones premium.
En el caso de las mujeres, destacan modelos urbanos como el Toyota Yaris, el Opel Corsa o el Mini Cooper. Los hombres, por su parte, tienden hacia automóviles de mayor tamaño o potencia, como el Ford Mustang o el Hyundai Tucson. En los segmentos más jóvenes, se mencionan también propuestas más deportivas, como el Mercedes AMG o el Audi A5, aunque estas siguen siendo excepciones frente al dominio de los modelos compactos.
En conjunto, el estudio sugiere que el mercado español se caracteriza por una visión pragmática del automóvil. Aunque el diseño mantiene una presencia simbólica, las decisiones de compra priorizan factores ligados al uso diario, la seguridad, el mantenimiento y el coste. Esto influye directamente en la configuración del parque automovilístico, dominado por vehículos compactos, de eficiencia probada y estética moderada.
Desde la perspectiva del diseño automotriz, estos datos apuntan a un desafío: cómo reconciliar la innovación visual con las exigencias prácticas del usuario español. Frente a mercados donde el estilo puede ser un elemento decisivo, en España el coche sigue siendo ante todo una herramienta de movilidad fiable y racional.