En una entrevista con Bloomberg, el directivo ha afirmado que la prioridad de Qualcomm es contar con procesos de fabricación que optimicen el consumo energético, un requisito indispensable en dispositivos como smartphones y portátiles, donde la autonomía depende directamente de la eficiencia de los chips.
“Intel no es una opción hoy”, reconoce Amon. “Nos gustaría que lo fuera en el futuro, pero en este momento dependemos de proveedores que ya nos garantizan eficiencia y escala”, asegura el directivo.
La referencia directa de Amon apunta al nodo Intel 18A, la gran apuesta de la compañía californiana para recuperar terreno en el mercado de la fundición. Aunque se trata de un proceso competitivo en términos de rendimiento, está diseñado para cargas de trabajo de alto consumo y no resulta óptimo para procesadores que deben equilibrar potencia y eficiencia, como los Snapdragon de Qualcomm.
Según la hoja de ruta de Intel, los primeros productos basados en 18A llegarán al mercado en 2026 y experimentarán refinamientos posteriores en las variantes 18A-P e 18A-PT, previstas hasta 2028. El reto para la compañía será demostrar que estos nodos pueden ofrecer también eficiencia energética, un factor decisivo para atraer a clientes como Qualcomm.
Mientras tanto, Qualcomm seguirá confiando en Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) y Samsung Foundry como sus principales socios de producción. Ambas empresas ya fabrican en nodos avanzados adaptados a las necesidades de chips de bajo consumo, y además cuentan con planes de expansión en Estados Unidos apoyados por la Ley CHIPS, lo que refuerza la resiliencia de la cadena de suministro.
La dependencia de estos dos fabricantes refleja también el giro estratégico de Qualcomm hacia un modelo que prioriza la diversificación geográfica y la seguridad en el aprovisionamiento frente a posibles tensiones geopolíticas o comerciales.
“Si en el futuro Intel está lista, entonces será una opción”
Sin embargo, Amon no ha cerrado la puerta a Intel a largo plazo. La compañía evaluará su capacidad de ofrecer procesos con la eficiencia requerida una vez que los nuevos nodos estén disponibles. Hasta entonces, la puerta sigue abierta pero en espera: “Si en el futuro Intel está lista, entonces será una opción”, concluye el CEO de Qualcomm.