La valoración preliminar sitúa el enterprise value, capital más deuda, en torno a los 2.500 millones de euros, lo que la colocaría como una de las salidas a Bolsa más relevantes del sector en los últimos años.
En apenas una década, Digi se ha consolidado como el cuarto operador del mercado español, con cerca del 10% de cuota en clientes y un 3,5% en ingresos. Su estrategia de precios agresivos, respaldada por fuertes inversiones en red, le ha permitido superar en portabilidades a rivales como MasOrange y Vodafone.
Entre enero y agosto de 2025, Digi ha sumado 541.000 líneas móviles netas, frente a las pérdidas de 394.000 de MasOrange y 118.000 de Vodafone. Este ritmo de crecimiento ha tensionado el mercado, obligando a los grandes operadores a reforzar sus ofertas low cost y promociones.
El ebitda de Digi España en el primer semestre de 2025 fue de 82,67 millones de euros, ligeramente por debajo del ejercicio anterior, debido al elevado esfuerzo inversor. La compañía destinó 169 millones en seis meses a ampliar su red de fibra y desplegar su propia infraestructura 5G, activada el pasado 1 de julio.
La colocación en Bolsa combinará previsiblemente una oferta pública de venta (OPV) de títulos existentes y una oferta pública de suscripción (OPS) de nuevas acciones. Lo habitual en este tipo de procesos es sacar entre el 25% y el 30% del capital.
La compañía, controlada al 100% por Digi Romania, a su vez bajo la influencia del empresario Zoltán Teszári, baraja destinar los fondos captados a financiar nuevas expansiones y mantener la presión comercial sobre sus competidores sin incrementar excesivamente la deuda.
“Digi no está en venta y, por tanto, seguirá siendo un operador a largo plazo en España”
Aunque el mandato otorgado a Rothschild se limita a la salida a Bolsa, algunas fuentes apuntan a que la operación podría reconducirse en función del apetito inversor e incluso abrir la puerta a la venta de una participación minoritaria a un socio estratégico. Digi, sin embargo, descarta de forma rotunda desprenderse de una mayoría de su filial española y aseguran que “Digi no está en venta y, por tanto, seguirá siendo un operador a largo plazo en España”.
Asimismo, la teleco defiende que “el objetivo de Digi es seguir invirtiendo en España a largo plazo, crecer y seguir siendo un actor relevante en nuestro mercado. Cualquier oportunidad que suponga aportar a este objetivo la analizaremos en su momento”.