Según datos de la Comisión Europea, la calefacción y el agua caliente representan en torno al 79% de la factura energética media de los hogares. Hasta ahora, los sistemas de calefacción inteligente de Tado° funcionaban principalmente con reglas de automatización predefinidas, pero con AI Assist se produce un cambio de paradigma: el sistema aprende, predice y se adapta en tiempo real.
La compañía asegura que los usuarios pueden lograr hasta un 55% más de ahorro en comparación con el uso de sus dispositivos sin esta capa de inteligencia. El sistema se ha entrenado con más de 120.000 millones de horas de datos anónimos recogidos en más de un millón de hogares europeos durante 15 años, lo que le permite identificar patrones de uso y anticiparse a las necesidades de cada vivienda.
AI Assist se integra en la suscripción Auto Assist, disponible por 29,99 euros al año o 3,99 euros al mes, que hasta ahora ofrecía funciones como la geolocalización o la detección de ventanas abiertas. Con la nueva actualización, los usuarios de la gama Tado° X acceden a un conjunto ampliado de herramientas:
AI Assist está disponible desde hoy para todos los usuarios de la gama Tado° X, presentada en 2024 como la nueva generación de calefacción inteligente. Esta familia incluye el Termostato Inteligente X, los Termostatos de Radiador Inteligente, el Sensor de Temperatura Inalámbrico, el Optimizador de Bomba de Calor y el Bridge X, que conecta todos los dispositivos a Internet.
Los clientes que ya disponían de Auto Assist verán actualizada automáticamente su suscripción sin coste adicional. Para los usuarios de la generación anterior, Tado° V3+, la función Auto Assist seguirá disponible como servicio opcional.
El potencial de la inteligencia artificial aplicada a la energía va más allá de la reducción de costes. Según estimaciones de Tado°, si todos los hogares españoles adoptaran AI Assist, podrían evitarse hasta 14,62 millones de toneladas de CO₂ equivalente, una cifra similar a retirar 8,3 millones de coches de combustión de las carreteras. Se trata de un ejemplo de cómo las soluciones digitales pueden contribuir de forma directa a los objetivos climáticos europeos sin renunciar al confort doméstico.