La novedad radica en que el asistente no solo responde, sino que toma la iniciativa y ofrece actualizaciones personalizadas a partir de los datos y aplicaciones del usuario. Con ello, la compañía busca transformar ChatGPT en un verdadero asistente digital capaz de anticiparse a las necesidades cotidianas.
Hasta ahora, el éxito de ChatGPT se había cimentado en la simplicidad de su interfaz conversacional. Sin embargo, este modelo exigía al usuario saber qué preguntar y cómo formular la instrucción. Con Pulse, OpenAI introduce un cambio de paradigma: un asistente que analiza el contexto y genera información útil sin necesidad de una orden previa.
La propuesta es ambiciosa. Según Fidji Simo, responsable de aplicaciones de OpenAI, el objetivo es democratizar el acceso a un nivel de apoyo que hasta ahora solo estaba al alcance de quienes podían contar con asistentes humanos. Pulse pretende liberar tiempo a los usuarios en tareas rutinarias de organización y gestión, que según estimaciones alcanzan hasta 20 horas semanales en muchos hogares.
Pulse se presenta en forma de tarjetas de actualización diaria, que aparecen en la aplicación móvil de ChatGPT. Estas tarjetas se nutren de la información ya disponible en el historial de conversaciones, el feedback del usuario y las aplicaciones vinculadas, como Google Calendar o Gmail, para ofrecer recordatorios, resúmenes y sugerencias.
El funcionamiento se apoya en los nuevos modelos de razonamiento de OpenAI, capaces de dedicar más tiempo al análisis antes de emitir una respuesta
El funcionamiento se apoya en los nuevos modelos de razonamiento de OpenAI, capaces de dedicar más tiempo al análisis antes de emitir una respuesta. Con ello, Pulse puede generar informes útiles en ámbitos diversos: desde la síntesis de temas tratados en reuniones hasta la recomendación de restaurantes para una cena o la alerta sobre el estreno de una nueva temporada de una serie. Todo ello sin comprometer la privacidad, ya que el procesamiento se realiza en el dispositivo.
El sistema está diseñado para aprender de la interacción. Cada sugerencia puede marcarse como relevante o irrelevante, lo que permite afinar progresivamente el perfil del asistente. Además, el usuario puede definir explícitamente el tipo de contenido que desea recibir, garantizando que Pulse evolucione de acuerdo con sus prioridades.
OpenAI reconoce que se trata de una primera fase y que pueden producirse errores de contexto o información poco precisa. Sin embargo, la compañía subraya que la clave está en la mejora continua basada en el uso real y en la capacidad de ajuste por parte del usuario.
La idea es que la IA pueda actuar de manera anticipada, integrando memoria, razonamiento y conexión con servicios externos
La introducción de Pulse es un primer paso hacia los agentes autónomos de inteligencia artificial, un concepto que va más allá de la asistencia reactiva. La idea es que la IA pueda actuar de manera anticipada, integrando memoria, razonamiento y conexión con servicios externos para gestionar desde la planificación de viajes hasta procesos de trabajo más complejos.
La compañía destaca que la función está pensada para consumidores individuales, pero también para usos profesionales, donde la capacidad de organizar información y ofrecer recomendaciones puede optimizar la productividad y acelerar la toma de decisiones.
De momento, ChatGPT Pulse se lanza en fase de prueba para los suscriptores de la versión Pro en dispositivos móviles, con planes de extenderlo progresivamente a la modalidad Plus y, posteriormente, al resto de usuarios.