En su respuesta a la consulta pública lanzada por la Comisión Europea, la compañía sostiene que la ley “dificulta la actividad comercial, reduce la innovación y retrasa el acceso de los usuarios europeos a nuevas funciones”.
La DMA entró en vigor en 2022 con el propósito de frenar prácticas monopolísticas de las grandes plataformas digitales, conocidas como *gatekeepers*. La norma impone obligaciones sobre interoperabilidad, apertura de ecosistemas y libertad de elección en las aplicaciones y servicios. Las sanciones previstas alcanzan hasta un 10% de los ingresos globales de las empresas que incumplan las reglas.
En este sentido, Apple ya ha recibido una multa de 570 millones de euros en abril de 2025 por prácticas anticompetitivas en su App Store. Además, en junio la compañía introdujo cambios profundos en su sistema de descargas para cumplir con las exigencias comunitarias.
Uno de los argumentos centrales de Apple es que la DMA está provocando que los usuarios europeos se queden atrás respecto a otros mercados. La compañía señala que características como la Traducción en Vivo en los AirPods o la duplicación del iPhone en un Mac no se han desplegado en la región por los requisitos de interoperabilidad.
“La lista de funciones retrasadas en la UE probablemente aumentará”
Apple insiste en que diseñó Traducción en Vivo para que las conversaciones permanecieran dentro del dispositivo, garantizando la privacidad. Sin embargo, la normativa comunitaria exige abrir la función a terceros fabricantes, algo que, según la firma, compromete la seguridad de los datos. Lo mismo ocurre con la duplicación de pantalla entre iPhone y Mac, que debería compartirse con otras plataformas.
“La lista de funciones retrasadas en la UE probablemente aumentará”, advierte la compañía en su comunicado, subrayando que la experiencia de los usuarios europeos en sus productos “caerá aún más por detrás” de la del resto del mundo.
La apertura forzada de iOS es otro de los puntos de fricción. Apple recuerda que, por primera vez, se ha visto obligada a permitir descargas desde tiendas alternativas a la App Store. Este cambio, exigido por la DMA, ha introducido, según los de Cupertino, riesgos adicionales de seguridad y una experiencia de usuario fragmentada.
El acceso a métodos de pago externos es otro aspecto controvertido. Apple advierte que el ecosistema de la App Store garantizaba un control estricto contra fraudes, mientras que la entrada de sistemas ajenos no cumple con los mismos estándares. Además, la compañía asegura que se han detectado aplicaciones históricamente prohibidas en su plataforma, como juegos de azar o contenido adulto, ahora disponibles a través de tiendas de terceros.
La compañía acusa a la Comisión Europea de centrar la aplicación de la DMA en su ecosistema, mientras que otros fabricantes como Samsung, líder en ventas de smartphones en Europa, no estarían sometidos al mismo grado de escrutinio. “En lugar de premiar a quien ha creado un ecosistema innovador, se nos señala mientras nuestros competidores siguen como siempre”, señala Apple en el documento remitido a Bruselas.
La firma californiana sostiene que esta situación reduce la diferenciación entre plataformas, al hacer que iOS se asemeje cada vez más a Android
La firma californiana sostiene que esta situación reduce la diferenciación entre plataformas, al hacer que iOS se asemeje cada vez más a Android. En su visión, los consumidores europeos terminan con menos opciones reales, ya que no pueden elegir entre un ecosistema cerrado y otro abierto, sino que ambos convergen hacia modelos similares.
El comunicado publicado bajo el título ‘El impacto de la Ley de Mercados Digitales en los usuarios de la UE’ es uno de los más duros de la historia de la compañía contra la regulación comunitaria. Apple asegura que ha propuesto alternativas para mantener el equilibrio entre innovación y seguridad, pero que todas han sido rechazadas.
La Comisión Europea, por su parte, defiende que la DMA persigue más competencia, mayor libertad de elección para los usuarios y la reducción de las barreras de entrada para nuevos actores. El organismo recuerda que el cumplimiento de la norma es obligatorio para todas las grandes plataformas designadas como gatekeepers.