En un mundo cada vez más hibridado, con las etiquetas ECO y 0 yendo en cabeza en el sector de la automoción, siempre es bien recibido a la par que raro, un coche con etiqueta C. Este es el caso del Cupra Formentor VZ 333, un coche que no sucumbe a las hibridaciones siguiendo una receta muy tradicional en cuanto a su propulsor, el motor de combustión interna sin alteraciones.
Siendo ya un miembro reconocido en el segmento, el Formentor se coloca como una de las cartas más aspiracionales y polivalentes, con un diseño claramente deportivo unido a la posibilidad de elegir motorizaciones entre los 150 y 390 cv, con variantes diesel, gasolina o incluso híbridas enchufables.
Pero, ¿cuanta competencia tiene el VZ 333? La respuesta es que tiene una rivalidad muy reducida, si se está buscando dentro de su segmento y nivel de prestaciones. Hasta hace unos meses compartía plataforma y rivalidad con el T-Roc R, el X2 M35i o el AMG GLA 35. Todos ellos de tamaño y prestaciones similares, resultan una rara avis, ya que el segmento de SUV deportivos de segmento C con potencias superiores a los 300cv es realmente escaso. Además, todos ellos se posicionan en cifras superiores a los 60.000€, cifras muy superiores a los 45.000€ que costaba el Cupra Ateca en su lanzamiento hace más de 6 años.
El Cupra Formentor representa un hito fundamental en la historia del automovilismo español. En 2018, SEAT tomó la decisión estratégica de convertir Cupra en una marca independiente, separándose de su identidad como división deportiva para darle vida propia. Sin embargo, los primeros modelos que lucieron el logo de Cupra fueron versiones deportivas de vehículos SEAT existentes, como el Ateca.
El verdadero punto de inflexión llegó en 2019 con la presentación del Formentor, el primer automóvil diseñado y concebido exclusivamente para Cupra desde su origen. No era una reinterpretación de un modelo SEAT, sino una declaración de intenciones: un SUV pseudo coupé con carácter propio que materializaba la filosofía de la marca de combinar deportividad, diseño sofisticado y tecnología.
El nombre Formentor, tomado del emblemático cabo de Mallorca, evoca ese espíritu mediterráneo que Cupra quería proyectar: pasión, elegancia y carácter distintivo. Con su silueta estilizada, líneas agresivas y una propuesta que abarca desde versiones de acceso con motores gasolina diesel o híbridos enchufables de 150 CV hasta las deportivas VZ con ahora 333 y 390 CV, el Formentor ha demostrado la versatilidad de Cupra para dirigirse tanto al público que busca distinción como al más exigente en términos de prestaciones.
Fabricado en la planta de Martorell (Barcelona), el Formentor se ha convertido en el modelo más vendido de la marca, superando las 480.000 unidades producidas en solo cinco años y circulando por las carreteras de más de 40 países. Este éxito comercial consolida a Cupra como un fabricante independiente con identidad propia y capaz de competir en el segmento premium europeo, sentando las bases para el crecimiento de una marca que ha sabido crear su propio camino en la industria automotriz.
El diseño del restyling del Formentor representa una evolución clara hacia un lenguaje estético más afilado y deportivo.
En el frontal destaca la nueva parrilla con configuración “shark nose”, que aporta una presencia más agresiva y moderna, acompañada de un capó con líneas de tensión muy marcadas y unos faros Matrix Led con luz diurna triangular que refuerzan su identidad visual. El paragolpes delantero integra una nueva distribución de tomas de aire y ópticas, transmitiendo una sensación de anchura y solidez desde el primer vistazo.
En el lateral, el Formentor mantiene su silueta característica de crossover deportivo, con un perfil estilizado y una suave caída del techo que le otorga dinamismo sin sacrificar funcionalidad. Las líneas de tensión recorren la carrocería y realzan unos pasos de rueda pronunciados que alojan llantas de 19 pulgadas, mientras que los detalles en acabado “Copper” aportan un toque distintivo propio de la marca. Por su parte, la trasera refuerza su imagen tecnológica gracias a los pilotos LED con firma lumínica tridimensional unidos por una franja central que atraviesa todo el portón, donde el logotipo iluminado se convierte en un elemento protagonista. El paragolpes posterior y el difusor acompañado de las colas Akrapovic completan un remate estético que equilibra deportividad y robustez.
En el interior, el Formentor VZ 333 ofrece un habitáculo que combina deportividad, ergonomía y tecnología avanzada. El salpicadero presenta un diseño limpio con materiales de mayor calidad, acompañado de detalles en tono cobrizo que enfatizan la identidad CUPRA. Los asientos, en configuración tipo bucket tapizados en cuero, crean una atmósfera envolvente orientada al conductor. La pantalla central de 12,9 pulgadas y el cuadro de instrumentos digital dominan la parte tecnológica, mejorando la fluidez y la experiencia de uso respecto a la versión previa. El volante, con mandos satélites para el arranque y modos de conducción, resulta muy cómodo con un grosor y tacto excelente, las levas por contra, resultan algo pequeñas. Mientras que la disposición de controles, la iluminación ambiental y la integración de funciones avanzadas refuerzan la sensación de modernidad.
Pese a su enfoque dinámico, el modelo mantiene un buen nivel de practicidad, con un maletero de 420 litros que permite un uso cotidiano sin renunciar al carácter deportivo del vehículo. En conjunto, el VZ 333 logra un equilibrio notable entre estética agresiva, tecnología refinada y versatilidad, consolidando su posición como uno de los modelos con mayor personalidad de la marca.
Realmente es un coche con el cual se puede pasar muy desapercibido, únicamente los más aficionados, sabrán detectar que se trata de un VZ con 333 cv. Además, en conducción normal en el día a día, es un coche que cumple con creces, ofreciendo un confort en uso urbano y mixto, muy elevado. Las suspensiones resultan algo secas pero sin llegar a ser incómodo, mientras que la dirección, que ofrece un tarado muy suave pero ciertamente comunicativa, acostumbrados a las tendencias actuales. El tacto del freno es realmente bueno, siendo duro y dosificable, mejorando por esta parte, la sensación respecto a la versión PHEV.
El propulsor en todo momento ofrece una sensación de empuje más que suficiente para los quehaceres diarios, además de no resultar ruidoso el sistema de escape Akrapovic en modo Confort. La caja de cambios ofrece una sensación similar, capaz de saltar entre marchas de forma rápida sin restar confort.
Los acabados y calidad percibida es alta, aunque sí es cierto, que la unidad probada con más de 10.000 kms (con uso intensivo, tratándose de una unidad de prensa) ofrecía algún crujido en el interior, muy puntual, sobretodo cuando se conducía de forma decidida con ciertos baches o rotos. El único “pero” sería el consumo, el cual es elevado situándose en 13l/100km realizando ciudad, y en 7.5 - 8l/100km en carretera abierta sin superar los límites establecidos. Pero poniendo en perspectiva el tipo de coche o la potencia disponible bajo el pedal, no se percibe tan alto.
Esta variante del Formentor se posiciona como un SUV deportivo, ¿pero cumple como deportivo puro?
La respuesta es sí, es un coche que ofrece una polivalencia excelente, permitiendo la posibilidad de colocarse como único coche familiar, haciendo las veces de coche para cada día o viajes en familia hasta la posibilidad de asistir a un trackday o hacer carreteras de curvas con mucha soltura.
Una vez activado el modo de conducción “Cupra” el coche se transforma, subiendo el régimen de vueltas motor en parado, abriendo válvulas de escape, endureciendo la suspensión y dirección además de acentuar la respuesta del motor, caja de cambios y diferencial trasero. A la hora de trazar curvas, puede dar la sensación de que al tratarse de un coche más alto que un León o un Golf, va a lastrar su dinámica pero todo lo contrario.
El motor estira los 333 cv hasta prácticamente el corte, con un par muy contundente y amplio en todo el régimen de vueltas, la caja de cambios se enlaza al motor de forma soberbia ofreciendo cambios de marcha muy rápidos tanto sumando relaciones como reduciendo. La banda sonora firmada por Akrapovic resulta sorprendente tratándose de un coche homologado en 2024, ofreciendo ciertos “petardeos” en retención y un sonido general muy conseguido, tal vez algo silenciado debido a las normativas.
La dirección con apenas 2 vueltas entre topes resulta realmente rápida y hace que el coche muerda muy bien incluso al límite. Los frenos Akebono de 6 pistones derivados del VZ5 son infatigables, ofreciendo niveles de respuesta muy notables después de más de 15 kms de tramo a buen ritmo. La suspensión adaptativa DCC en 12 puntos de dureza también se ciñe muy bien al resto del chasis, ofreciendo un apoyo en curva muy plano sin ser rebotón en su ajuste más radical.
El chasis, puesto a punto de una forma muy trabajada ofreciendo ciertas sensaciones en pro del disfrute al volante sin dejar de lado la efectividad. Sumado al gran agarre de los GoodYear Eagle F1 Supersport hacen que el Formentor sea un coche que pone muy fácil al conductor ir a ritmos muy elevados, aunque en todo momento hay que conocer dónde está el límite tanto de la vía como el nuestro, dado que nos podemos llevar algún susto.
Por último, mención especial al probablemente el punto más interesante de este VZ, que es su tracción 4Drive actualizada, con un nuevo diferencial trasero Haldex con tecnología Torque Splitter, capaz de repartir selectivamente entre ruedas la tracción y transmitir hasta el 100% del par entregado al eje trasero a una única rueda. De esta forma se pueden realizar ciertos sobrevirajes controlados, ayudando mucho a poder atacar el gas antes de salir de la curva y redondear la trazada, siendo un “game changer” total en la experiencia de conducción.
¿Vale lo que cuesta?
En este caso, tratándose de un coche que no está “premiado” en cuanto a sus emisiones y que es el que paga el pato en caso de superar el límite de emisiones establecido por la UE, hace que su precio se incremente. Además de otros tantos factores, como su nicho de mercado o bien el precio de sus rivales.
En cuanto al precio del Formentor VZ, parte de los 61.001€, casi el doble de lo que vale el Formentor base. Si se suman los extras de la unidad probada, la cifra asciende hasta los 72.962€. Aunque de esos extras, realmente consideramos necesarios 3: la frenada Akebono de 6 pistones (2.723€), el sistema de escape Akrapovic en titanio (4.171€) y los Goodyear Eagle F1 SuperSport (551€).
¿Vale lo que cuesta? A día de hoy, pocos o prácticamente ningún coche cumple con ofrecer un valor equivalente a su precio. En este caso, es probablemente el mejor de su segmento, ofreciendo una receta total de coche polivalente de “conductor”, con una puesta a punto excelente para pasar un fin de semana en los pirineos trazando curvas, yendo a esquiar o llevando a los niños al colegio. Ojalá más coches como este Formentor VZ.