Nothing nació en 2020 con la misión de volver a convertir a la tecnología en algo emocionante y divertido, ya que según el fundador de la marca, Carl Pei, todo se había vuelto una copia de otros productos, lo que le resultaba muy aburrido. La marca británica se lanzó al mercado curiosamente con un dispositivo de audio, como el que hoy analizamos, que ya tenía muchos de los signos de identidad que los caracterizan a día de hoy, como el diseño con transparencias.
5 años después de aquellos auriculares inalámbricos que marcaron el camino para una de las marcas más interesantes de la actualidad, Nothing presenta sus primeros cascos de diadema, los Headphone (1). De esta forma se introducen en un mercado muy competitivo, que marcas como Bose o Sony llevan años dominando. ¿Están a la altura?
Hablar de Nothing es hablar de un diseño diferente y llamativo, cuyo acierto ya es cuestión de los gustos de cada uno. Los Headphone (1) son fieles a la filosofía de la compañía y presentan diseños transparentes, que en esta ocasión se suman a una estética retro por la que, de cierta forma, los cascos se asemejan a dos reproductores de cintas unidos por una diadema.
Esto se debe a que sus copas se alejan de la forma ovalada tradicional, y optan por un diseño más rectangular con bordes redondeados, base sobre la que se sitúan las transparencias de plástico rígido, que muestran parte de los drivers así como tornillería que une el chasis. En líneas generales, los Headphones (1) presentan un diseño premium, marcado por una combinación de aluminio y plásticos de alta calidad.
En lo que se refiere a la comodidad, aspecto importante para unos cascos, especialmente si se van a emplear para largas sesiones de escucha, los Headphones (1) obtienen un notable. Son bastante cómodos, pero hay ciertos detalles que les impiden alcanzar un sobresaliente.
Comenzando por los puntos positivos, las almohadillas. Utilizan poliuretano con espuma viscoelástica de memory foam, recubierta de un material resistente a la grasa y al sudor para la máxima durabilidad. (Esto es importante, ya que a diferencia de otros cascos como los Airpods Max o los CMF Headphones Pro de la propia Nothing, las almohadillas no son fácilmente reemplazables y si se dañan, tocará contactar con el servicio técnico para la reparación o sustitución.) Gracias a la espuma de memoria son realmente cómodas de utilizar y además el sellado pasivo bloquea muy bien el ruido exterior, lo que ayudará a la cancelación activa a obtener mejores resultados.
La diadema también está fabricada en plástico, de acabado ligeramente gomoso, lo que facilita su agarre. Tiene un refuerzo de almohadilla con espuma de memoria en la parte donde se apoya en nuestra cabeza, aportando mayor comodidad, especialmente para sesiones de escucha más largas donde su peso por encima de la media se empieza a notar (329 gramos, frente a 254g de los Sony XM6, rival directo) generando algo de molestia.
La diadema se siente rígida, pero es lo suficientemente flexible para adaptarse a cualquier tamaño de cabeza. Para ello además cuenta con un sistema de ajuste, que pese a que es muy cómodo y sencillo, ofrece una resistencia muy ligera, que es probable que se afloje aún más con el tiempo. Los cascos pueden rotar hasta ponerse planos, pero no se pueden doblar para que ocupen menos espacio al guardarse.
Nothing incluye una funda para transportar los cascos de forma más segura y protegida. Tiene un acabado de tela gris oscuro y pese a que su tamaño es tirando a grande (por eso de que no se pueden doblar), es bastante estrecha, lo que se agradece para no ocupar espacio de más en una maleta o mochila.
Sin lugar a dudas, una de las decisiones más acertadas de Nothing a la hora de diseñar los Headphone (1) es prescindir de cualquier atisbo de control táctil y entregarse por completo a los fiables y sencillos botones físicos. Todos estos botones se ubican en la copa derecha, y adoptan diferentes formatos según su funcionalidad.
En la parte lateral superior encontramos la rueda, que tiene una forma ovalada y si se gira modifica el volumen, pero si se pulsa pone en pausa o continúa la reproducción de la canción. Justo debajo está la palanca, un botón fino y alargado que se desplaza a izquierda y derecha. Un solo toque saltará a la siguiente o previa canción, y si se mantiene pulsado, avanza o retrocede el contenido multimedia que estemos consumiendo en el momento, pese a que no funciona en todas las aplicaciones.
En el canto inferior de la copa derecha encontramos el interruptor de encendido, que nos indica con color naranja si está apagado. Al girar la pestaña, a su color blanco se une un pequeño LED también blanco que ayudará a identificar el estado de los cascos si estamos en entornos oscuros y no vemos el color de la pestaña. En este canto también se encuentra el jack 3,5mm para conectar los cascos con el cable que viene en la caja, así como el puerto USB C que no solo servirá para cargar el dispositivo, también reproduce audio vía esa conexión.
En la parte superior derecha de la copa se sitúa un botón personalizable vía la aplicación, desde el que se pueden controlar diversas funciones, como cambiar de modos de sonido (cancelación/ transparencia), o activar el asistente del teléfono. Por último, en la parte interior hay un botón pequeño para la conectividad bluetooth, aunque los cascos disponen de la conectividad automática de Google, por lo que el móvil los detectará solo la primera vez que enciendan, para facilitar el emparejado.
Ya sabemos que tienen un diseño interesante y bien acabado, que nos gustan sus controles físicos, pero, ¿cómo suenan los Nothing Headphone (1)?. A la hora de afrontar la creación de sus primeros cascos de diadema, la empresa de Carl Pei se ha aliado con KEF para que estos perfilen y optimicen el sonido. KEF es una compañía británica con más de 50 años de experiencia en diseño e ingeniería de productos de audio de alta gama. Tienen además una filosofía de buscar siempre la máxima fidelidad para reproducir la música tal cual fue concebida, sin artificios innecesarios.
Con su participación en los Headphone (1), KEF ha buscado transmitir esa filosofía, a la vez que generaba un perfil de audio comercial que pudiese apelar a la mayoría de los usuarios. De esta forma, los cascos de Nothing tienen un sonido balanceado, con una ligera tendencia a la predominancia de la base, pero sin ser para nada excesivo.
Los Headphone (1) tienen un sonido balanceado, que ha sido tuneado por la marca británica KEF
Para poner a prueba el sonido predeterminado de los Headphone (1) hemos escuchado diferentes álbumes en una amplia variedad de estilos, y el resultado ha sido muy positivo, cumplen en la mayoría de géneros. Desde la electrónica minimalista de In Waves de Jaime XX, donde los cascos recogen de forma fidedigna sus percusiones secas inspiradas en el UK Garage, y el uso de texturas granulares para los samples vocales, que las convierten en instrumentos, hasta las bases potentes y autotune distorsionado de la última obra de Hip-Hop experimental de JPEGMAFIA, I Lay Down My Life for You. Para comprobar cómo manejan la separación de los instrumentos los Headphones (1) nada mejor que In the Court of the Crimson King, la joya de rock progresivo de los 70 de King Crimson, que tiene una instrumentación orquestal que mezcla la tradicional percusión y guitarras con el sonido metálico de los vientos y las teclas del mellotron.
Los Nothing Headphone (1) cuentan con drivers dinámicos de 40mm y se conectan por bluetooth 5, disponiendo de compatibilidad con los códecs SBC, AAC y LDAC (que permite alta resolución de hasta 24 bits/96 kHz con las fuentes de audio que lo soporten). Además se pueden conectar por cable, ya sea 3,5MM o audio por USB-C.
Si bien la configuración de base de los Headphone (1) es buena, habrá algunos usuarios que prefieran un sonido más personalizado según sus gustos, con la base más pronunciada, o unos medios más marcados, por ejemplo. Para todos estos casos, la aplicación de acompañamiento es otro acierto de la compañía británica.
Los Headphones (1) se pueden personalizar al completo desde la aplicación Nothing X, que es muy simple e intuitiva, pero a su vez muy funcional. La ecualización es bastante completa, ofreciendo desde modos simples y predefinidos, hasta un apartado avanzado en el que los más audiófilos podrán modificar a su antojo el sonido de sus cascos. Además, en una reciente actualización de software se ha añadido la posibilidad de seleccionar perfiles de ecualización realizados por los usuarios profesionales, que se pueden instalar e implementar a nuestros cascos.
La aplicación también permite personalizar otras funciones y modos de escucha, como si queremos activar el modo de Audio Espacial, que tiene opción fija o seguimiento de cabeza. Asimismo, podemos personalizar el botón de la copa derecha para seleccionar si activa el asistente o nos permite cambiar entre los modos transparencia y cancelación de ruido, que es bastante efectiva contra ruidos blancos como el sonido constante de un motor y algo menos contra sonidos puntuales como una voz. Nothing ofrece a su vez añadidos adicionales interesantes como un modo de latencia baja para aquellos usuarios que vayan a emplear los Headphones (1) para jugar.
En lo referente a la batería, no hay motivo de queja; de hecho, es uno de los puntos más destacados de los Nothing Headphone (1). Con un uso mixto —alternando entre cancelación de ruido y modo estándar— y sin superar el 70 % del volumen, el dispositivo ofrece alrededor de 40 horas de autonomía. Esto es posible gracias a su amplia batería de 1040 mAh, cuya carga completa requiere algo menos de dos horas.
Los Nothing Headphone (1) son un excelente debut de la marca en el mercado de los cascos de diadema, con una propuesta que combina un diseño industrial retro transparente muy distintivo, con un sonido de calidad en colaboración con KEF que soporta códecs de alta resolución como LDAC, ofrece conectividad por cable (3,5mm y USB-C) y es totalmente personalizable gracias a la completa ecualización de la app Nothing X.
Nothing ha querido competir con gigantes del sector como Sony y Bose y el resultado es un producto de alta calidad. Su precio es de 300€, entre 50 y 100 euros por debajo de la media del sector, pero se pueden encontrar algo más baratos con ofertas y promociones puntuales, lo que los hacen aún más atractivos.
Nota: 8,5
Lo mejor: Sonido personalizable, batería de larga duración, códecs de alta fidelidad.
Lo peor: No se pueden doblar, se hacen algo molestos tras un tiempo por su elevado peso.