El lanzamiento de Surface preocupa a Microsoft. La empresa, que prepara el lanzamiento para el próximo 26 de octubre con Windows 8, cree que su nueva tableta puede resentir su relación los fabricantes de dispositivos.
Un informe elaborado a mediados de julio por la empresa advierte la llegada de la familia de tabletas Surface podría debilitar el apoyo que hasta ahora habían conseguido para su sistema operativo en la industria tanto de PCs como de smartphones.
"Nuestros equipos Surface competirán con los productos fabricados por nuestros socios OEM (fabricantes de equipos originales), lo que puede afectar a su compromiso con nuestra plataforma", señalaba Microsoft en su informe, presentando anualmente a los servicios de competencia del gobierno de Estados Unidos.