Mientras que en Estados Unidos el Congreso ha vetado a las empresas Huawei y ZTE por supuesto espionaje para el Gobierno chino, en Europa preocupan más los precios y la competencia, aunque ´por ahora´ no se abrirá ningún expediente a esas dos compañías, que provienen del segundo socio comercial de la región.
De esta forma la Comisión Europea ha preferido retrasar un caso de comercio contra los fabricantes para aliviar tensiones con este lado de occidente. El comisario europeo de Comercio, Karel De Gucht, ha confirmado que reúne pruebas para presentar un caso antisubsidios, aunque por ahora no reúne las pruebas suficientes para ello.
Entre otras cosas De Gaucht requiere que alguna de las empresas europeas del sector como Ericsson o Alcatel Lucent presente alguna disconformidad ante la competencia de esta dos tecnológicas chinas, y hasta ahora eso no ha ocurrido.
Según analistas del mercado y fuentes de diversos periódicos europeos, ni Ericsson, número uno del sector, ni Nokia Siemens Network o Alcaltel Lucent (tercer y cuarto fabricantes del mundo) tienen voluntad de emprender ningún tipo de demanda, debido a que no desean que se les cierren las puertas justamente del mercado chino.
La Unión Europea cree que las empresas chinas están dañando a las locales de equipamiento de telecomunicaciones con precios que podrían venir subsidiados o al menos financiados por líneas de crédito del gobierno chino que las dotarían de mayor competitividad con el único objetivo de hacerse con el mercado.