El mercado de los dispositivos móviles lleva meses reclamando una proliferación de sistemas operativos que no sólo acabe con la preponderancia de Apple y Google sino que permita rebajar costes, aportar funcionalidad a la gama media y abarcar los mercados emergentes. La respuesta ha sido contundente y además de los cuatro grandes, entran en juego Ubuntu, Tizen, Sailfich y Firefox. La sombra de MeeGo parece muy alargada.
La salida al mercado de BlackBerry 10, claramente apoyado por los operadores del mundo entero y la cuota que, poco a poco, va adquiriendo Windows Phone (3%), empieza a paliar los efectos que sobre la telefonía inteligente (smartphones) y las tabletas tenía el duopolio generado en los últimos años por iOS y Android, los cuales se repartían el 80% del mercado.
Pero más allá de las gamas altas, la batalla se establece entre los programas alternativos que buscan el mercado masivo de los países emergentes y que aunque sean, actualmente, menos conocidos por el público mayoritario, tienen propuestas y expectativas interesantes.
En esa tesitura se encuentran S40, de Nokia, líder absoluto en ‘mobile phones’ con la línea Asha y del cual se esperan, no sólo nuevas actualizaciones, sino una evolución que lo consolide en la posición de privilegio que ostenta en términos de cuota; Firefox, basado en HTML5, una clara apuesta de Telefónica para el mercado latino que verá la luz en las próximas semanas y tres sistemas de código abierto (Linux): Ubuntu, Tizen y Sailfish
Ubuntu, un mismo sistema para PC y móvil
“Soy lo que soy como consecuencia de quienes somos”; esta frase traduce el significado de Ubuntu y refleja la filosofía que quisieron imprimir al proyecto Mark Shuttleworth y su equipo de grandes ‘linuxeros’. Nacido como sistema operativo para electrónica de consumo, sus miles de seguidores animaron la idea y, hoy, el software está disponible no sólo para PC sino para equipos ligeros (notebooks), móviles (smartphones) y computación en la nube (cloud). Como punto principal de la propuesta, el fin de la fragmentación en las plataformas.
La cuestión es: si tienes un procesador de núcleo múltiple, una pantalla, una batería y una memoria, tienes un ordenador sea cual sea su formato; por tanto, basta un mismo sistema operativo al que se asocian servicios y aplicaciones, para implementarlo en cualquier ‘hardware’; sea éste televisión, tablet, notebook, teléfono, cámara, reproductor, nevera o lavadora. Es más, Ubuntu permite, por ejemplo, que accedamos a nuestro PC desde el smartphone y viceversa.
Así, durante la celebración del Consumer Electronic Show de Las Vegas, el equipo de Ubuntu marcó terreno y advirtió de su crecimiento y de su búsqueda de nuevos y masivos mercados y presentó como credenciales de su programa términos que nunca caen en saco roto: compatible, rápido, accesible y sin virus. Y si bien su volumen de aplicaciones aún no se contabiliza en miles, cualquier ‘app’ basada en código abierto se adapta en minutos; de hecho hay una versión Ubuntu para Android. Con respecto a los servicios, se comercializan a través de una empresa llamada Canonical.
Tizen, de Nokia a Samsung
Pero no sólo de código abierto vive Ubuntu. Hubo un proyecto liderado por Nokia, Intel y la Fundación LiMo (Linux Mobile) que por su lentitud en la puesta a punto del desarrollo no alcanzó el Olimpo soñado, ya que mientras subía peldaño a peldaño, Apple irrumpió con iOS y dio al traste con las expectativas de un software del que los informáticos aseguraban era ‘código puro’, la Gioconda de la movilidad. Nos referimos a MeeGo, el tótem de los desarrolladores que, en su versión Maemo, sólo llegó a implementarse en algunos terminales emblemáticos como el Nokia N9 y que ahora, junto a las fundaciones Linux, LiMo y algunos ex técnicos de Nokia, ha retomado Samsung.
Hoy, la evolución de MeeGo se llama Tizen, es multiplataforma (automoción incluida), está basada en HTML5, como Firefox, pero incluye otras funcionalidades y estándares que éste ha desechado. En este proyecto no hay un gobierno único, se pretende alcanzar la meta de escribir los programas una única vez, independientemente del terminal en el que se ejecute, y este mismo año veremos terminales en versión comercial.
Con sede en San Francisco, la organización Tizen ha puesto a disposición de los profesionales el SDK (software developer kit) y el código fuente para que puedan trabajar en sus propuestas, pero ya sabemos que aquellas aplicaciones que se escribieron para Bada, el software propietario de Samsung, que parece haber entrado en punto muerto, se adaptarán a este nuevo sistema operativo.
Sailfish, algo más que una anécdota
Casi como una anécdota, al menos de momento, hay que mencionar Sailfish, un MeeGo 2.0 realizado por los ingenieros finlandeses que trabajaron en el programa original, quienes dicen de él que “es un primo de Android pero más atractivo y más inteligente”.
Factores comunes a todos, además de la lucha por el mil millonario mercado chino, son las pantallas múltiples, la integración total de las comunicaciones, los grandes iconos, las notificaciones, la optimización para display táctil, la bolsa de aplicaciones asociada y la fluidez en los movimientos. No hay que olvidar que el hardware en el que se implementan es mucho más que la carta de presentación, es el motor, el ‘quid’ de la cuestión y que tendrá mucho que ver en el éxito o fracaso de los mismos.