Bluetooth es una tecnología de comunicaciones inalámbrica, ya consolidada, que ha reemplazado, en entornos de corta distancia, al anticuado sistema de comunicación por infrarrojos, mientras que Wi-Fi (IEEE 802.11) se utiliza en entornos algo más amplios pero que, típicamente, no superan los 300 metros.
Texto: José María Huidobro
Desde hace poco tiempo, además de estas dos tecnologías inalámbricas, se está empezando a utilizar otra, de corto alcance, denominada ZigBee, a la que se le augura un gran futuro. Su punto fuerte es que necesita muy poca energía para funcionar, por lo que su destino principal sería la conexión de pequeños dispositivos que funcionen continuamente. Previsiblemente los transmisores inalámbricos ZigBee serán muy baratos cuando se produzcan en forma masiva, lo que contribuirá a fomentar su empleo en multitud de aparatos. ZigBee es una nueva tecnología inalámbrica, de corto alcance y de bajo costo, que facilita la comunicación entre dispositivos. Es el estándar IEEE 802.15.4 para redes WPAN de área personal inalámbricas y está patrocinado por la ZigBee Alliance.
Las aplicaciones ZigBee es un nuevo estándar para el desarrollo de chips de bajo voltaje y bajo coste que permitirá impulsar el concepto de informática ubicua en oficinas, hogares y vehículos. Aunque proporciona menos velocidad que Bluetooth y, actualmente, no admite voz ni vídeo, permite un mayor alcance, por lo que puede cubrir muchas de sus carencias, siempre que los requisitos de ancho de banda para la transmisión de datos no sean muy exigentes. La tecnología ZigBee (conocida anteriormente como Home RF Lite) va a tener gran importancia en el seguimiento de productos, por ejemplo, artículos en una cadena de supermercados, o en un almacén -compitiendo en este caso con RFID-, monitorización médica de pacientes, el control de máquinas herramienta, en la automatización del hogar, control de energía y medioambiente, interfaz para teléfonos móviles, control de acceso, juguetes interactivos, redes de sensores, conexión de electrodomésticos y periféricos de ordenadores -compitiendo en este caso con USB y FireWire-, etc. Es ideal para redes estáticas, escalables, con muchos dispositivos, pocos requisitos de ancho de banda, uso infrecuente y dónde se requiera una duración muy prolongada de la batería. En ciertas condiciones y para determinadas aplicaciones puede ser una buena alternativa a otras tecnologías inalámbricas ya consolidadas en el mercado, como es el caso de Wi-Fi y Bluetooth, aunque la falta del soporte de TCP/IP no lo hace adecuado para el establecimiento de redes de comunicaciones IP. Por tanto, la introducción de ZigBee no significará acabar con otras tecnologías ya establecidas, sino que convivirá con ellas y encontrará sus propios nichos de aplicación. También, por la propia comunicación entre dispositivos, con la tecnología ZigBee es posible determinar en qué ambiente se encuentra el usuario -por ejemplo, si está en su casa, en la oficina o en la calle- detectando que otros dispositivos se encuentran en su entorno, y actuar en consecuencia, Podría advertirnos si nos dejamos olvidado el maletín, las llaves o el teléfono móvil al salir de casa o de un restaurante, al peder el contacto con otros; o si nos los están robando sin que nos demos cuenta. De hecho, recientemente se han presentado varios prototipos fabricados por la Alianza ZigBee (http://www.zigbee.org) para la promoción de esta tecnología y garantizar la interoperabilidad entre dispositivos de distintos fabricantes emitiendo una certificación, al igual que hace la Wi-Fi Alliance, que incluye mas de 150 empresas siendo las mas conocidas Chipcon, Ember, Freescale, Honeywell, Mitsubishi, Motorola, Philips y Samsung que prevén (Aby Research) que dentro de un par de años habrá varios millones de dispositivos ZigBee desperdigadas por todo el mundo. Por otra parte, el Wireless Data Research Group calcula que el mercado de las redes de baja potencia y baja velocidad superará los 6.000 millones de euros para el año 2007, si bien es probable que comience en áreas como la automatización industrial y la domótica, antes de que llegue a integrarse plenamente en las PYME y grandes empresas. Actualmente ZigBee se utiliza para enviar datos de medidas de temperatura, encendido/apagado de luces, control de procesos industriales o lectura de teclados inalámbricos. Utiliza las frecuencias de uso común (libres) de 900 MHz y 2,4 GHz enviando los datos a distancias de varias decenas de metros y alcanzando una velocidad de hasta 250 kbit/s (lo que no es mucho hoy en día), aunque pueden construirse redes malladas que cubran grandes superficies ya que cada dispositivo ZigBee actúa de repetidor enviando la señal al siguiente, etc. Aunque funcionan con baterías, su autonomía es muy elevada, pudiendo ser de varios años, ya que están programados para que solo se despierten durante milésimas de segundo para realizar la emisión/recepción.