Desde que Qualcomm anunció la adquisición de NXP Semiconductors en octubre de 2016, el gigante de semiconductores ha tenido que superar varios obstáculos para poder seguir adelante con el acuerdo.
Qualcomm espera la autorización final por parte de los líderes políticos chinos antes del miércoles 25 de julio a las 23.59 horas.
Dado que ambas compañías operan en el mercado más grande para el segmento de chips, la adquisición requería de varias aprobaciones antes de seguir adelante. De hecho, Bloomberg publicaba semanas atrás la aprobación por parte de algunos de los principales organismos reguladores, según fuentes cercanas al asunto.
Llegados a este punto, Qualcomm espera la autorización final por parte de los líderes políticos chinos antes del miércoles 25 de julio a las 23.59 horas, fecha límite establecida por NXP para que este consiga la resolución definitiva, asegura Bloomberg.
De no obtener respuesta de China, Qualcomm no planea continuar con la pelea
Qualcomm tiene varios desafíos pendientes, entre ellos, el intento de toma de control por parte de su expresidente y director ejecutivo Paul Jacobs. Según Bloomberg, esta serie de frentes abiertos son algunos de los motivos por los que la compañía ha decidido que, de no obtener respuesta de China, no invertirá más tiempo en el proceso de NXP.
De esta manera, si el acuerdo se desmorona, Qualcomm tendrá que pagar al fabricante de microchips holandés una cuota de 2.000 millones de dólares por la desintegración. Los inversores de la compañía estadounidense también pueden anticipar un pago, aunque de acuerdo con Bloomberg eso les dejaría con menos opciones estratégicas y encontrarían más difícil ofrecer una expansión planificada en nuevos mercados.
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