Rusia impone su software para “reducir el abuso extranjero”

El proyecto ley de la DUMA, parlamento ruso, asegura proteger a las compañías de software rusas de los abusos de sus competidores extranjeros. Si bien, aún se está debatiendo y es solo una propuesta su objetivo es claro: preinstalar aplicaciones rusas en todos los equipos electrónicos vendidos en el país. En caso de aprobarse, entraría en vigor a partir del 1 de julio de 2020.

"El proyecto de ley protegerá los intereses de las compañías rusas de Internet y reducirá el abuso por parte de grandes compañías extranjeras que trabajan en el campo de la tecnología de la información"

"El proyecto de ley protegerá los intereses de las compañías rusas de Internet y reducirá el abuso por parte de grandes compañías extranjeras que trabajan en el campo de la tecnología de la información", aseguran los legisladores.

Una vez se pruebe la medida, se publicará una lista con todos los dispositivos que deberán cumplir con la ley y la lista de programas rusos que deberán incluir. Por el momento los afectados serán: teléfonos inteligentes, PC’s y Smart TV’s. Sólo estarán exentos los dispositivos con un sistema operativo simple o personalizado.

En caso de que algún vendedor incumpla la legislación podrá ser sancionado con una mulata de 200.000 rublos, que se traduce a más 2.821 € y, en caso de repetirse este tipo de incidente se procederá a la prohibición de la venta de equipos de manera eventual.

El proyecto de ley ya ha sido aprobado por la cámara baja del parlamento ruso. Sin embargo, necesita que, antes de llegar a manos de Putin, consiga dos votos más en la baja y otro en la cámara alta. Un reto que no creen que lleve mucho tiempo por el apoyo ya recibido por los principales partidos políticos rusos.

El anuncio de esta medida fue a través de la agencia de noticias estatal rusa TASS que el mismo 5 de noviembre, después de que el parlamento hubiese presentado la propuesta.

¿Progreso tecnológico o control del gobierno? Opiniones encontradas

Mientras que el gobierno asegura que es una medida proteccionista para impulsar el desarrollo de su industria tecnológica y por consiguiente su posicionamiento a nivel global, no todos están de acuerdo con la medida.

Un sector opina que se trata de una forma más de tener a la población vigilada. Con tan solo pedirlo Putin y el resto de integrantes del gobierno podrían acceder a cuantos datos privados quisieran. Un hecho que conllevaría a un problema de ciberseguridad en el que también podría llegar a tomar parte la censura, recortando la libertad de los usuarios rusos.

El proyecto de ley también se convertiría en una amenaza para las comunicaciones cifradas. Podría suponer, por tanto, un inconveniente no sólo a nivel nacional si no a nivel internacional.

Por el momento, no se ha producido ningún tipo de reacción o protesta entre los futuros empresarios afectados, pero no se descarga que conforme vaya siendo una realidad aumenten los conflictos con el gobierno ruso y su nueva medida legal.