La movilidad compartida ha llegado para quedarse, a pesar de ser un negocio que aún no es rentable económicamente. Lo cierto es que cada vez más empresas entran en él y los operadores tienen buenas vistas de futuro. La pandemia ha hecho bajar los desplazamientos a nivel general y con ello los ingresos de los operadores de motosharing y carsharing. Sin embargo, la COVID-19 también ha generado una necesidad de evitar el transporte público de las ciudades, un lugar que es considerado como foco de infección.
Smart Mobility, el colectivo de empresas de movilidad compartida e inteligente, ha publicado los resultados del estudio sobre las Tendencias de uso de la movilidad compartida en las ciudades españolas. Este informe, presentado en el evento ‘Ciudades con futuro: el reto de la movilidad’, pretende analizar el estado de la movilidad compartida en nuestro país y reflexionar sobre sus retos a futuro.
Más de la mitad de los usuarios renunciaría a su vehículo privado
Este informe destaca que el 65% de los conductores encuestados renunciaría a su vehículo privado gracias a existencia de alternativas de movilidad compartida. El resto, ese 35% que no renuncia a su vehículo privado, revela que usa su vehículo a diario o al menos una vez a la semana, es decir, que necesitan su vehículo de forma recurrente, para este tipo de usuarios el coche en propiedad es mucho más rentable.
Dificultad a la hora de encontrar vehículos
Pese a estos datos, todavía un tercio de los usuarios de movilidad compartida declara tener dificultades a la hora de encontrar los vehículos cuando los necesita, algo que confirma la necesidad de seguir trabajando para garantizar una oferta suficiente para la demanda existente, así como las oportunidades de desarrollo en la ampliación del número de vehículos disponibles y las zonas de servicio.
Contexto de pandemia mundial
Estos datos se dan en el contexto en el que nos encontramos de pandemia mundial, en el cual los usuarios buscan alternativas al transporte público, considerado como zona de riesgo de infección. Al elegir el carsharing o motosharing antes del transporte público, un 80% de los usuarios declaran haber encontrado en esta fórmula de transporte una ayuda para realizar desplazamientos más seguros durante la crisis sanitaria. De este grupo de personas, un 10% lo ha comenzado a utilizar a raíz de la pandemia y más de un 22% lo utiliza ahora más.
El importante factor medioambiental
Si se pregunta por las razones por las que los usuarios escogen la movilidad compartida encontramos que el motivo principal es la flexibilidad, comodidad y rapidez que representa, el 90% de los encuestados declara que es su principal motivación.
El 40% de los usuarios también le dan importancia al factor medioambiental, ya que cuando hablamos de vehículos de movilidad compartida hablamos de vehículos eléctricos o ecológicos.
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