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Retos de digitalización para este 2021

Juan Vera, CEO de Edosoft
Juan Vera, CEO de Edosoft

Crónica de una transformación anunciada

Por Firma invitada
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infozonamovilidades/4/4/18
sábado 30 de enero de 2021, 13:00h

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La transformación digital de cualquier entidad, sea pública o privada, siempre ha supuesto un reto para la misma. Pero en la actualidad, es obligatorio afrontar este proceso de digitalización para mantener a la organización al nivel de exigencia de los clientes o ciudadanos en el caso de las Administraciones Públicas.

Como sucede en muchas ocasiones, lo impuesto no nos gusta. Nos resistimos al cambio, es natural e intrínseco al ser humano. Pero este año ha actuado como ese hermano mayor que, estando al borde de la piscina, dubitando entre saltar o no saltar al agua, nos empuja de sorpresa para obligarnos a dar el paso que, tarde o temprano, íbamos a dar.

"2020 ha actuado como ese hermano mayor que, estando al borde de la piscina, dubitando entre saltar o no saltar al agua, nos empuja de sorpresa para obligarnos a dar el paso que, tarde o temprano, íbamos a dar"

Así, hemos visto a un gran número de empresas y administraciones públicas siendo empujadas hacia una digitalización forzosa que les permitiera continuar con sus labores para con sus clientes o ciudadanos. Hemos visto que las resistencias que surgen en todo proceso de transformación eran superadas, no había alternativa, y que las herramientas de trabajo colaborativo en la nube multiplicaban exponencialmente su uso. ¿Pero realmente nos hemos digitalizado?

Decía Laura Baena, fundadora del Club de las Malasmadres, que “el teletrabajo que hemos hecho durante estos meses de confinamiento ha sido supervivencia” y, en ocasiones, ha ocurrido lo mismo con la transformación digital. La transformación digital es un proceso duradero en el tiempo, en el que se realiza un análisis y cambio en cada entidad en tres niveles: herramientas, procesos y personas o cultura de la organización. En este proceso de cambio por el confinamiento y posteriores restricciones, podemos decir que hemos avanzado mucho en las dos primeras. Pero queda por ver el cambio en las personas o cultura de la organización, para mí la más importante y la que garantiza que el cambio sea duradero en el tiempo.

Por eso, el reto para 2021 es que, aquellas organizaciones que comenzaron con una digitalización forzada, sean capaces de sentar las bases y seguir evolucionando hacia una transformación completa y, sobre todo, eficaz y efectiva. Este reto global se puede dividir, como el propio proceso de transformación, en tres áreas de actuación:

Por un lado, están las herramientas. Trabajar con tecnologías cloud sigue siendo una asignatura pendiente para muchas organizaciones, pero sus beneficios abarcan desde reducción de costes hasta las mejoras en la seguridad y prevención de pérdida de datos. Estas tecnologías son el pilar sobre el que se sustenta el modelo de trabajo remoto del que tanto se habla.

"Se puede establecer un marco de trabajo donde se cambie el “trabajar más” por el “trabajar mejor”, a la vez que se prepara a la organización para abordar los retos de un entorno tecnológico siempre cambiante"

Por otro lado, los procesos: algunos ejemplos claros son los cambios en los mecanismos de comunicación, que deben adaptarse a una nueva realidad con el trabajo en remoto. Los modelos de trabajo por objetivos y las metodologías ágiles permiten sacar el máximo rendimiento a los equipos de trabajo a la vez que permiten mayor flexibilidad en horarios laborales e incrementa las posibilidades en cuanto a políticas de conciliación. En definitiva se puede establecer un marco de trabajo donde se cambie el “trabajar más” por el “trabajar mejor”, a la vez que se prepara a la organización para abordar los retos de un entorno tecnológico siempre cambiante.

Por último y, posiblemente el más difícil, el reto del cambio en las personas o cambio cultural. Si aún no has reparado en que las generaciones que están entrando -y que seguirán entrando- son nativos digitales, es el momento de abrir los ojos. Estos trabajadores quieren utilizar tecnologías eficaces que se adapten a ellos -y no al revés- para potenciar su labor. El cambio cultural cuesta, pero no es imposible. La realidad es que la cultura organizacional debe mantener el ritmo de la transformación y para ello, las empresas deben ser ágiles, formar a los equipos y revisar internamente sus procesos para anticiparse a futuros problemas.

En este último punto es muy importante que el cambio se produzca de “arriba hacia abajo”. La dirección de la organización debe ser quien lidere este proceso de cambio. Debe “liderar con el ejemplo” y potenciar los mecanismos de comunicación que permitan ser transparentes en los cambios que se están produciendo, marcando claramente los objetivos que se quieren alcanzar.

Autor: Juan Vera, CEO de Edosoft

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