¿Te suena Dynabook? ¿Y Toshiba?

Pues básicamente son lo mismo en cuanto a portátiles. Dynabook, que fue una marca utilizada por Toshiba, es ahora su nombre genérico. He estado probando el Portege X30.

Perdón por el lío del título y la entradilla. Pero para entender lo que es hoy Dynabook es conveniente conocer de dónde viene; saber que no es alguien nuevo en el barrio, sino que es una reinvención de un clásico en el sector como Toshiba.

Y creo que una de la mejores cosas que se puede decir de este Dynabook Portege X30 W J 10P (vaya nombrecitos) es que excepto por la estética, cuando empiezas a trabajar con él te da la sensación de estar frente a un equipo de Toshiba. Y ya se sabe que, durante años, Toshiba fue sinónimo de buenos portátiles.

¿Por qué entró en crisis y fue desmembrándose como tantos otros gigantes japoneses? La crisis financiera, la ascensión de China, el cambio de ciclo… El caso es que ahora Dynabook, heredera de Toshiba, pertenece a Sharp, otro gigante japonés que dejó de serlo y ahora está en manos de la taiwanesa Foxconn, fabricante a su vez de un sinnúmero de componentes de numerosas marcas de móviles y tabletas -Apple incluido-.

Trabajando con el Portege

Pero, antes de que nos perdamos en este mar, vamos a centrarnos en el equipo. Para ser un portátil con pantalla de 13,3 pulgadas está bien de peso. En la línea que LG marcó con su Gram: justo por debajo del kilogramo (989 gramos) sin renunciar a una carcasa metálica. Y es que, una de las señas de identidad de Toshiba en sus mejores gamas era el empleo de chasis de aleaciones de magnesio, ligeras y resistentes. La ligereza y la flexibilidad pueden engañar, pero ha cumplido entre otras pruebas de resistencia las MIL STD 810G y también la Highly Accelerated Life Test (HALT).

La seguridad física a veces se da por supuesta, pero no está mal comprobarla. Lo mismo que otros aspectos, como los sistemas de bloqueo y acceso. Equipado con Windows X, el X30W es miembro del catálogo Secured-Core. No sólo utiliza autenticación por reconocimiento facial o por escaneo de huella -curiosamente, no está en el botón de inicio, sino integrado en el trackpad-, sino que cuenta con el apoyo de una BIOS propia y con cifrado avanzado.

Es seguro y resisente, pero ¿cómo funciona? ¿Es rápido? ¿Potente? ¿Qué tal la pantalla? ¿Y la batería? ¿Está bien conectado? Son las preguntas que uno se hace cuando se enfrenta a la compra de un portátil.

Claro que cumple

La respuesta corta sería: bien, sí, sí, más que suficiente, casi un día de funcionamiento, hasta WiFi 6.0…

Entrando en detalles, como escribía más arriba, cuando te sientas con él, excepto por el nombre, estás a los mandos -mejor, a las teclas- de un Toshiba. La BIOS propia, el cuidado por la seguridad, el diseño de un teclado reducido pero cómodo y retroiluminado, con un recorrido suficiente de las teclas al escribir.

¿Rápido? Al abrir el equipo, en la esquina inferior izquierda del teclado se puede ver el sello EVO, de Intel, que, entre otras cosas, certifica que en menos de un segundo sale del estado de reposo. Ayuda a la rapidez de respuesta un conjunto de elementos. Por ejemplo, la memoria sólida de rápido acceso tanto de escritura como de lectura, 16 gigas de memoria RAM LPDDR4x, ampliables a 32 gigas, y un procesador de última -la 11ª- generacion de Intel. En el caso del equipo de prueba un i5.

Pantalla táctil mate

No he trabajado con él en la calle, pero sí he comprobado cómo se comporta con la luz directa del sol a través de ventanas y con iluminación artificial en interiores. La pantalla antirreflejos de 13,3 pulgadas mantiene una buena visibilidad incluso en escenarios con mucha luz y con incidencia directa, con un brillo de 470 nits. Es, evidentemente ya que se trata de un convertible portátil-tableta, una pantalla táctil y se puede utilizar también con un puntero. Tiene tecnología IPS lo que le permite un buen ángulo de visión, tiene una resolución Full HD (1.920 x 1.080 p) y protección con Corning Gorilla Glass.

La certificación EVO, de Intel, no sólo analiza y comprueba que lleva procesadores de la casa de decimoprimera generación o la rapidez de la salida de reposo; también que la batería tenga una autonomía de más de nueve horas. El Portege X30, en ese sentido, va sobrado. La marca comunica que su batería de cuatro celdas, certificado por MobileMark, aguanta hasta 16 horas. Depende de lo que hagas, claro. Pero, sin duda, por encima de las nueve horas, seguro. Cuenta, por si lo necesitas, con un sistema de carga rápida que recupera el 40% de la carga en media hora.

Bien conectado física e inalámbricamente

A veces, en el esfuerzo por lograr un portátil muy ligero y discreto en su volumen (30,4 x 19,7 x 1,8 centímetros) se pierden otras piezas importantes como las conexiones. No es el caso. Inalámbricamente, es compatible con las redes WiFi 6.0 (802.11ax) y con BlueTooth 5.1, pero físicamente cuenta con un puerto HDMI de tamaño completo, un USB 3.1 completo (Tipo a), lector de tarjetas Micro SD, conector miniJack (3,5 milímetros) y dos USB tipo C Thunderbolt 4.

Curiosamente, tiene dos cámaras. La habitual frontal en la parte superior del marco -tiene un obturador físico para ocultarla- y una trasera, como los móviles. Se presenta en un color azul que llaman azul místico. Y, claro, todo esto tiene un precio: 1.648,20 euros. La última vez que comprobé la web de la tienda de Dynabook un aviso anunciaba “Ultimas unidades en stock“.