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Tan completa como imprecisa

Tan completa como imprecisa

Por Javier López Tazón
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javierlopezgmailcom/11/11/17
martes 11 de mayo de 2021, 08:30h

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La Mi Smart Band 6 de Xiaomi tiene casi de todo lo que lleva un reloj inteligente: medidor de actividad, pulsómetro, oxímetro, reloj mundial, alarma… y cuesta sólo una fracción.

La Mi Smart Band 6 de Xiaomi tiene casi de todo lo que lleva un reloj inteligente: medidor de actividad, pulsómetro, oxímetro, reloj mundial, alarma… y cuesta sólo una fracción.

Si hay una compañía que puede poner en el mercado una pulsera de actividad capaz de medir el pulso y el oxígeno en sangre -además de lo habitual- por 44,99 euros, no podía ser otra que Xiaomi. La Mi Smart Band 6 es completísima, pero me ha sorprendido que falle en el uso más habitual (al menos para mí), en el cálculo de la distancia recorrida.

Me ha sorprendido tanto, de hecho, que la he probado con las dos aplicaciones posibles. Y en los dos casos, la medición de los pasos y, sobre todo la distancia recorrida, es errónea.

Desde hace muchos años tengo como rutina matinal una hora de marcha a buen ritmo por El Retiro madrileño. Desde hace menos años, la hago con un reloj inteligente a la muñeca. Si comparo los resultados de ese reloj y la Smart Band 6, la diferencia es notable. Según el reloj, camino unos seis kilómetros y medio; según la pulsera de Xiaomi, no llego a cuatro.

Podría ser que el reloj fuera el equivocado si no fuera porque también he calculado -en más de una ocasión- el recorrido con Google Maps.

Es posible que el problema esté en cierta inconsistencia en la conexión BlueTooth entre la Mi Smart Band 6 y el móvil (estoy utilizando un iPhone 12 Pro), pero el número de pasos se aproxima, así que debe de estar en otro punto.

Sólo 44,99 euros

Pero, volvamos al precio, porque aquí puede radicar la explicación. ¿Cómo se logra una pulsera de actividad por 44,99 euros? Evidentemente, no sólo obedece a un menor margen de beneficio. La pulsera de Xiaomi confía buena parte de sus funciones y análisis al móvil al que se conecta y a las aplicaciones (sí, en plural).

Por ejemplo, no tiene un módulo GPS integrado, así que el trazado del recorrido se encarga al móvil. Tampoco tiene teléfono, ni SIM ni e-SIM; es más, no se pueden contestar -ni iniciar- conversaciones telefónicas ya que no cuenta con micro ni altavoz. Eso sí, sí entra el aviso de llamada.

Si bien la medición de las distancias recorridas ha resultado bastante imprecisa, mide bien el resto de variables, como son el pulso y la oxigenación. Algo curioso porque en principio parece más complicado. Esta circunstancia me llevó a probarla con dos aplicaciones diferentes.

Cambio de app

Cuando pones en marcha la Smart Band 6, el QR del manual te dirige a la app Xiaomi Wear Lite. Con esta inicié la prueba y detecté cierta inconsistencia en la conexión BlueTooth y, sobre todo un desajuste grande en las distancias medidas.

Así que, restauré la pulsera y volví a configurarla con la app Mi Fit. Pero sigue dando unos recorridos mucho más cortos.

A pesar de esos problemas de precisión, las pulseras de Xiaomi, desde que lanzó la primera, han sido todo un éxito de ventas. Y eso que en ocasiones ha sido hasta origen de memes, como cuando en 2017 era capaz de medir el ritmo cardiaco de una toalla.

Más pantalla

La novedad fundamental de la versión de este año está en la pantalla: ha aumentado significativamente (el 50% más) el tamaño con respecto a la Smart Band 5 y también la personalización (más de 60 temas). La pantalla principal se ve con claridad en la calle, pero si no quieres perderte las notificaciones y los datos de tus entrenos, es aconsejable poner el nivel de brillo a tope. Eso penaliza la autonomía de la batería, pero en caso contrario, en días claros no se puede leer.

También se resiente la batería de 125 miliamperios si configuramos el registro de las variables (ritmo cardiaco, saturación de oxígeno…) en el modo más alto, algo que resulta conveniente si se utiliza para controlar la actividad.

Con todo, aguantará sin necesidad de recargarla más de una semana. Por cierto, el cargador, sigue siendo el magnético con conector USB y repone la batería en un par de horas.

Treinta deportes y, además, zumba

Además, han ido sumando entrenamientos. Ahora hay una treintena de modos, e incluye deportes de interior o actividades como zumba o street dancing. Está certificada como resistente hasta cinco atmósferas, así que se puede nadar con ella (es una de las actividades que monitoriza), bucear o ducharse.

Monitoriza también la calidad de sueño y el estrés, incluye ejercicios de respiración, seguimiento del ciclo menstrual, muestra notificaciones que recibe el móvil (configurable) y sirve como mando a distancia para la cámara del móvil. En realidad lo único que se puede hacer es disparar, pero no se ve en la pantalla de la pulsera la imagen que está encuadrando la cámara.

El cristal templado de la pantalla de 1,56 pulgadas de diagonal es muy resistente. En las semanas de uso no le he dejado ni la más mínima raya. La silicona de la correa es bastante agradable al tacto y queda bien sujeta. En alguna ocasión se ha soltado el cierre, pero se queda enganchada y no llega a caerse.

Si lograra resolver el problema de los pasos perdidos, sería una muy buena opción para quien quiera iniciarse en alguna de las 30 actividades que registra. Lo seguiré intentando. Si consigo que mida bien, lo comentaré aquí.

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